La 58 edición del Festival de Santander es el espejo de la mejor programación estival

Miguel a. Nepomuceno | león n Aunque esta 58 edición tuvo un breve retraso en su presentación, según las fechas previstas para su difusión en los medios, más por problemas logísticos que de índole financiera, sin embargo, su director José Luis Ocejo, pudo anunciar que la programación para este 2009, en nada tenía que envidiar a otras anteriores, y que, «a pesar de la crisis, el Festival sigue cumpliendo con su función primordial para que nuestro público de aquí y los que nos visitan disfruten de una oferta artística abierta a la mayoría y con el corazón ilusionado en el año 2016, año en que Santander se convertirá en Capital Europea de la Cultura y el Festival de todos los cántabros se sentirá orgulloso por ello», señaló el responsable del FIS. Y lo cierto es que un año más visitantes de otros países se sumaron a la gran masa de españoles para seguir uno de los Festivales veraniegos de mayor prestigio del país. Al igual que ediciones anteriores numerosos los aficionados leoneses acuden al Palacio de Festivales de Cantabria a lo largo del mes de agosto para presenciar unas actuaciones de nivel. La 58 edición estuvo integrada por más de sesenta propuestas artísticas, tanto en el Palacio de Festivales de Cantabria como en los Marcos Históricos. Varias celebraciones sirvieron para dar sentido a los conciertos como fueron la conmemoraciones del 250 aniversario de la muerte de Georg Friedrich Haendel (1685-1759) o de Franz Joseph Haydn (1732-1809) en el II centenario de su muerte. Ópera, ballet, cámara, sinfónismo, teatro y danza han sido los pilares sobre los que se ha asentado esta edición 2009 que ha apostando por la presencia de grandes producciones operísticas internacionales, así como la presencia de prestigiosas voces, como la del tenor argentino José Cura o la mezzo francesa Jennifer Larmoore. Estrenos. La producción estreno en España de la ópera de Donizetti La Favorite, del Teatro Municipal de Santiago de Chile con la dirección de escena de Hugo de Ana fue el pistoletazo de salida de esta equilibrada serie de espectáculos que culminó con la llegada desde los escenarios del Broadway neoyorquino de la obra de Bernstein West side story. La Sinfónica de Moscú con Fdoseyev o la de Budapest con Leónidas Kavacos como violín solista con Ivan Fischer en el podio, o ya para clausurar la Sinfónica de Galicia, el orfeón donostiarra con víctor Pablo Pérez, pusieron muy alto el listón de este modélico Festival en el que se reestrenó la fantástica ópera Parténope en producción leonesa salida del Centro de Las Artes Escénicas y Múscias Históricas, con sede en León y puesta en escena de ese mago de las bambalinas que es Gustavo Tambascio Los Marcos Históricos, tuvieron a la vieja Europa como centro de su producción con programas dedicados a las tres culturas como es la música en tiempos de la expulsión de los moriscos (1609) en colaboración con la Sociedad Estatal de Conmemoraciones Culturales. Todo un lujo que, a pesar de la crisis, no desmereció un ápice de las grandes producciones de ediciones anteriores.