Mordazas

Mientras usted estaba de vacaciones, tostando la barriga al sol, el Gobierno ha aprovechado para aprobar por la vía de urgencia la implantación de la TDT de pago; en agosto y de tapadillo, como mandan los cánones en estos menesteres. La cosa tuvo su gracia, porque Zapatero, para justificar las prisas dijo: «El Gobierno actúa para beneficio del país». Ahora bien, el diario El País pertenece al grupo más perjudicado por la operación -"el de Sogecable-", así que Zapatero se apresuró a rectificar: «-¦para beneficio de la nación». Sorprendente: he aquí a la «discutida y discutible» convertida en criterio rector de la política audiovisual del Gobierno. Gana, en cualquier caso, Mediapro, que va a poder rentabilizar por este camino la enorme cantidad de millones que se ha gastado en comprar derechos de emisión, entre fútbol y automóviles. Pero el asunto no acaba aquí, porque, por el camino, alguien ha recordado que hay una incompatibilidad personal en todo este asunto. Pues resulta que la ministra de Defensa, Carme Chacón, que participó en el Consejo que aprobó la TDT de pago, está casada con un señor que forma parte del «staff» de Mediapro: Miguel Barroso, ex secretario de Estado de Comunicación de Zapatero, que cesó en su cargo cuando el Gobierno le dio La Sexta a Roures, o sea, a Mediapro. Barroso, que siempre ha mantenido relaciones con esa casa, está ahora en una empresa de publicidad que pertenece a una multinacional propiedad de Mediapro. El rozamiento es tan evidente que varias instancias -"desde la Asociación de Internautas hasta Manos Limpias pasando por el PP y UPyD-" han anunciado su intención de investigar si Carme Chacón ha incumplido la Ley de Incompatibilidades. El artículo 2.3 de esta ley dice así: «Quienes desempeñen un alto cargo vienen obligados a inhibirse del conocimiento de los asuntos en cuyo despacho hubieran intervenido o que interesen a empresas o sociedades en cuya dirección, asesoramiento o administración hubieren tenido alguna parte ellos, su cónyuge o persona de su familia dentro del segundo grado civil». Más claro, agua. El Gobierno ya ha anunciado por aquí y por allá que contempla un plan de ayudas a la prensa, para que todos llevemos la crisis con el riñón algo menos a la intemperie.