«Soy un viejo luchador que gracias a sus hijos ha ganado muchas batallas»

Manuel Quijano Cerezal, hombre de fuerte raigambre leonesa y músico por encima de todo, ha pasado por la vida un tanto desapercibido, quizá por no eclipsar de ningún modo la espléndida carrera de sus hijos, de Café Quijano. Pero los chavales ya caminan solos y Quijano ha pensado que ha llegado el momento de mostrar al público sus instintos musicales más allá de esos minutos que cada noche dedica a cantar en La Lola.

-”Papá Quijano, ha lanzado este verano dos discos y está preparando otro. Sin duda, habrá una razón especial para grabar estos discos.

-”Más vale tarde que nunca. Tras muchos-¦ muchísimos años cantando me dije: algún día tiene que ser. Y a primeros de este año me dispuse a grabar estos dos discos que salieron a principios de verano. Desde entonces han tenido mucha difusión, lo que casi me ha obligado a grabar otro aún más ambicioso que saldrá en el mes de diciembre. En él habrá una par de valses, una rumba y unos boleros, hasta completar un total de nueve canciones, todas compuestas por mí.

-”¿No será que ha sentido envidia de la extraordinaria carrera sus hijos?

-”¡No! Ni mucho menos, si tuviera algo de envidia esta sería muy sana, pero no van por ahí los tiros. Para mí lo primero son ellos, luego ellos y al final-¦ ellos también. Yo soy solamente un viejo luchador que gracias a mis hijos ha ganado muchas batalles, lo mío es solamente una escaramuza, una anécdota dentro de mi trayectoria y, por supuesto, un pequeño grano de arena al lado de lo inmenso de su trayectoria.

-”Lo cierto es que Manolo Quijano en ningún momento ha estado alejado de la música, y van ya más de cincuenta años-¦

-”Yo, en la música y con la música he estado de muchas maneras. Primero, durante treinta y cinco años me dediqué a la enseñanza. Conmigo aprendieron a tocar la guitarra, la bandurria y el laúd niños de muchos colegios de León-¦ y también mis hijos. Después, como compositor, músico y cantante, creo que mi trayectoria la tengo bien asentada. Aquí en La Lola, he tenido la oportunidad de estar en contacto con el público casi todos los días. Nunca he podido desprenderme de este gusanillo que es lo que de verdad siento, lo que me gusta y cada día más.

-”¿Cree usted que el público acude a La Lola por escucharle?

-”Unos vendrán por escuchar mis canciones, otros para hablar conmigo-¦ y habrá un grupo que piense: vamos a ver si este paisano deja ya de cantar, de darnos la tabarra. Mi música creo que es como cuando uno va a comulgar, el cura te da la hostia y no te alimenta, pero te reconforta. Yo pienso que mi música es algo parecido.

-”¿Cuáles son sus virtudes como compositor?

-”Creo que compongo desde cuando era niño. En el disco Sentimientos . Y hablando de estas canciones, La Granada, es autobiográfica. La granada representa al núcleo familiar. Cuando uno tiene los hijos pequeños, están todos a tu alrededor y tú controlándoles. Pero cuando crecen van emancipándose, y llega un momento en el que aquello que tenías, aquel núcleo familiar, se desgaja, se disgrega como los granos de la granada, cada uno pasa a ocupar su lugar. Yo, ahora, tengo un hijo en California, otro en Florida, otro vive en París y el último en Estambul. Es imposible reunirlos, la granada se ha roto.

-”¿Por qué escribió los himnos de los clubes deportivos de León?

-”Es algo que siempre quise hacer y algún día tenía que ser. Por ejemplo, el himno del Huracán me lo encargó la directiva del equipo. El del Baloncesto León también fue un encargo de hace varios años. He hecho un himno-canción a la Ponferradina y otro a la Cultural y pienso que son buenos. Aunque, claro, cada uno tiene su criterio y todos son respetables, por supuesto.