Entrevista | carmelo gómez | actor
«León es la mejor terapia para ser buen actor»
Con Silvia Abascal, para la que pide premios por su trabajo, el actor leonés Carmelo Gómez ha logrado el éxito en Madrid y ahora, en gira, todo apunta a que esta experiencia teatral será de largo recorrido. Quien sabe, si con viaje de vuelta a la capital. El actor leonés, nacido en Sahagún en 1962, vive un momento dulce de su carrera, porque ya ha disfrutado del ansiado éxito y es algo, el asunto de la farándula, que cada vez le interesa menos. Pero hay que recapitular y saber que empieza en esto de ser actor como un Fórmula 1: Vacas, La ardilla roja, Tierra, Días Contados (Goya al mejor actor), El perro del Hortelano, Secretos del corazón- Más adelante, con el El Método se lleva otro Goya y con Josep María Flotats protagoniza uno de los éxitos teatrales de la temporada con La cena . Antes hubo otras cosas, y en el medio, muchas, y después, por supuesto. Como La noche de los girasoles u Oviedo Express . Es decir, que es un actor tan minucioso como intensivo. De largo recorrido, como en este 2009, en el que además de someterse a la verdad del teatro con Días de vino y rosas, comparte cartel de cine con el catódico Hugo Silva en Agallas. Y reivindica una película, desapercibida pero no menor, como es La casa de mi padre , de Gorka Merchán. Si por La Vecilla o la calle Ancha de León ven a un tipo que se parece a Carmelo Gómez, puede que sea la persona. El actor lo deja en casa.
-"En primer lugar, dicen que se le ve mucho por León-
-Este verano, he estado mucho por aquí. Le he cogido bastante el gustillo a La Vecilla. Pero con mochila y dispuesto a patearme todas esas rutas excepcionales. También he venido en invierno y me sienta muy bien estar en León.
-¿Estar en su tierra le sirve para desconectar de la presión de actor?
-Estar en León es la mejor terapia para ser buen actor. Cada vez huyo más de los fastos. Además, no tengo a mis mejores amigos en el oficio. Así, que no pinto mucho en esos sitios.
-¿El teatro es la mejor forma de librarse de los añadidos, colorantes y conservantes del cine y la televisión?
-El teatro es un purificante de los contaminantes de los otros medios. Los actores de televisión, por ejemplo, buscan en el teatro el reposo y el reconocimiento. No digo que la televisión sea mejor o peor, pero en el teatro el actor es dueño del tiempo y el espacio. Es el intérprete en estado puro.
-Parece, de hecho, que de la televisión usted huye-
-Con la tele no tengo mucha afinidad. Pero últimamente me arrepiento porque veo a los actores que son habituales de la televisión, como Hugo (Silva) o Silvia (Abascal) y les veo mucho más frescos y más rápidos que yo. Pillan el lado más fácil y me encanta ese talante.
-Cuando estrenó «Días de vino y rosas» afirmó que para usted había sido una experiencia muy fuerte indagar en el mundo del alcoholismo. Que le había hecho mella. ¿Sigue igual?
-Sigo en el mismo punto. Yo no sabía nada del mundo del alcohol. Me informé, pero como el que no tiene ni esperanzas de que las terapias sirvan, ni que exista realmente la voluntad por parte de las personas de que quieran salir. Me produjo un gran shock ver cómo esas gentes todos los días se plantean las preguntas esenciales de la vida. Cómo luchan y consiguen objetivos. Y cómo se ayudan. Hay gente que va a ver la obra y al final nos da las gracias.
-¿Eso es algo de lo que querrán transmitir hoy en Ponferrada?
-En Ponferrada no creo que haya un veinte por ciento del público que no tenga nada que ver con el alcohol. Muchas veces nos levantamos de la mesa en una comida pensando: a ver si no se me nota que me tambaleo- Eso es ser alcohólico. Si todos los días bebes una cerveza, un poco de vino, alguna copa, lo eres. Otra cosa es que no haya enfermedades que lo delaten. Desde que comencé a ir a las reuniones abiertas de Alcohólicos Anónimos he dejado de beber hasta esa cerveza que se toma algún día. Algunos me dicen que soy muy radical, pero pienso que lo que es radical es el alcohol.
-¿Y qué más les pasa a sus personajes en «Días de vino y rosas»?
-Que viven una historia amor, pero que no saben atreverse a afrontar un problema que es una crónica de una muerte anunciada. El público se va a encontrar con una historia fuerte, con pasiones que pasan por todas las etapas.
-Ahora que puede disfrutar de su trabajo, y mantenerse, y escapar de Madrid a León cuando quiere, ¿qué es el éxito de un actor?
-El éxito puede ser renacer de todas las esperanzas que uno tiene puestas en algo. El éxito es algo que supera a los sueños. En mi caso, cuando lo he tenido, siempre ha sido mucho más de lo que podía esperar. Tiene el lado incómodo de que si hay algo que le gusta a un actor, y que además debe hacer, es salir a la calle a observar. Y resulta que el observado es él.
Lugar: Teatro Bergidum.
Hora: 21.00.
Entradas: 20 euros.