Cerrar

ENTREVISTA | JOSÉ ENRIQUE MARTÍNEZ | CRÍTICO DEL DIARIO

«Me apena que Crémer no llegó a ver por dos días su poesía completa»

El crítico del Diario José Enrique Martínez y el editor Emilio Torné presentan en el Club de Prensa «Los signos de la sangre», 60 años de poemas del autor de «Tacto sonoro»

El catedrático de Literatura de la Universidad y crítico del Diario José Enrique Martínez.

León

Creado:

Actualizado:

«A Crémer le habría sorprendido el libro». José Enrique Martínez, catedrático de Literatura de la Universidad de León y crítico del Diario, ha tardado años en recopilar la «desperdigada» obra del centenario poeta fallecido el pasado mes de junio. Los signos de la sangre (Poesía 1944-2004) ofrece en dos tomos casi 1.500 páginas de poemas, desde Tacto sonoro a El palomar del sordo. Un siglo de poesía; un recorrido por la historia de la poesía española, desde el fin de la Guerra Civil hasta el siglo XXI.

Aunque Crémer tenía el «vicio» de escribir todos los días, Martínez está convencido de que no era consciente de que su producción era tan voluminosa. Crémer, a quienes lectores y compañeros consideraban «inmortal», falleció «por sorpresa» 48 horas antes de que saliera de la imprenta Los signos de la sangre. El libro lo presentan hoy, a las 20.00 horas en el Club de Prensa, José Enrique Martínez, responsable de una esclarecedora introducción; el editor de la obra, Emilio Torné (Ediciones Calambur); y Fernando Aller, director del Diario de León, periódico en el que colaboró Crémer hasta su último día.

Martínez, uno de los mayores especialistas en la obra de Crémer, explica que el autor de El último jinete entendió desde el principio cómo tenía que ser su poesía y la mantuvo hasta el final. Sus grandes temas fueron el hombre y sus circunstancias. «La poesía de Crémer fue existencial y social a lo largo de su vida». En una primera etapa el autor expresa su preocupación por el hombre, por la vida, la muerte y la angustia interior. A partir de 1952, con Nuevos cantos de vida y esperanza, a Crémer le interesa más la circunstancia, el hombre pobre, el mundo de los humildes, la experiencia de la guerra. Finalmente, acabará conjugando ambas visiones. Es la época del Crémer menos crispado, más sereno y pacífico. Tras la muerte de su mujer, nunca superada por el escritor, y a partir del libro El cálido bullicio de la ceniza, su poesía se torna más dolorosa y melancólica.

El lector puede descubrir al Crémer vigoroso y obstinado en los primeros libros hasta llegar al hombre viejo que piensa en la muerte y en la pérdida de los seres queridos. Estéticamente, Crémer es un joven poeta enérgico y con gran empuje, que poco a poco se va identificando con los movimientos poéticos de su generación y, en especial, con autores como Celaya, José Hierro o Blas de Otero. Pero, a diferencia de ellos, Crémer no explorará caminos experimentales. Sostiene el crítico del Diario de León que la poesía de Crémer se podría definir como «una poesía de continuidad. No hay ruptura. Va haciéndose en el tiempo, sin que un libro rompa con el anterior».

Lugar: Club de Prensa. Calle Gran Vía de San Marcos, 8 (entrada por calle Fajeros).

Hora: 20.00.

Cargando contenidos...