Diario de León

San Isidoro posee 40 cajas con «secretos» de cientos de monumentos de España

El célebre arquitecto Luis Menéndez Pidal, responsable de los monumentos de León, Galicia, Asturias y Zamora, entregó sus archivos personales con material inédito al abad emérito Antonio Viñayo

El abad emérito Antonio Viñayo con algunas de las cajas del archivo de Menéndez Pidal.

El abad emérito Antonio Viñayo con algunas de las cajas del archivo de Menéndez Pidal.

León

Creado:

Actualizado:

El célebre arquitecto Luis Menéndez Pidal depositó en San Isidoro documentos inéditos de cientos de edificios históricos de España, especialmente del Noroeste.

Fue en 1968, dos años antes de fallecer, cuando Luis Menéndez Pidal entrega sus archivos personales al entonces abad de la colegiata, Antonio Viñayo. Se trata de un legado excepcional, ya que Menéndez Pidal, como arquitecto conservador de los monumentos de León, Asturias, Galicia y Zamora, recopiló planos, proyectos de restauraciones, documentos y facturas de los principales edificios históricos del Noroeste de España, así como del monasterio de Guadalupe y de varios monumentos de Cádiz.

En total, 40 cajas de documentación que hasta ahora no ha visto la luz. Un material de un valor excepcional para conocer el pasado de cientos de monumentos, incluido San Isidoro, la Catedral de León o San Marcos, así como los monasterios de Escalada, Sandoval, Gradefes o Carrizo, el castillo de Ponferrada y la catedral de Astorga.

Poner en orden los archivos de San Isidoro le ha llevado a Antonio Viñayo la vida entera, ya que aparte del legado de Menéndez Pidal, otras ilustres personalidades depositaron sus documentos en la colegiata, como las cajas con correspondencia y 2.500 papeles que cedieron los herederos del coronel Luis de Sosa, célebre por alzarse contra Napoleón; la biblioteca del obispo José Álvarez de Miranda; los legajos de Pedro Fernández Canseco, un coronel leonés que combatió en la Guerra de la Independencia; o los ficheros de Publio Suárez, primer gobernador de León en la época de la República.

El ahora abad emérito de San Isidoro ha invertido más de cuarenta años en ordenar y clasificar todos estos archivos. Cuando él llegó únicamente estaban catalogados los pergaminos y códices. El resto, ha sido una labor de paciencia y de años.

En estas cuatro décadas, San Isidoro ha recibido 400 cajas de documentación de destacados personajes. Hay más de 30.000 papeles de un valor incalculable, que podrán consultarse cuando se publique un catálogo, donde se detallan todos y cada uno de los libros, manuscritos y documentos que atesora San Isidoro.

El contenido de las cajas. La herencia de Menéndez Pidal abarca las cajas numeradas entre la 341 y la 377. En las primeras hay cartas y textos personales. Entre la 342 y la 345, documentos de San Isidoro, como planos, proyectos, presupuestos, memorias descriptivas e, incluso, un plan contra robos e incendios. La caja 346 contiene papeles de la Catedral; y la siguiente, de las vidrieras; la 348, del hastial Sur, de la torre vieja, las cubiertas y campanas, así como de varias iglesias prerrománicas de Asturias. La 355 recoge datos de monumentos de Burgos y de Galicia, como la catedral de Santiago. En las cajas 356 a 358 hay documentación de monasterios gallegos, como el de Sobrado, el de Samos, el de Orense y el de Osera. Las cajas 359 a 361 están dedicadas íntegramente al monasterio de Guadalupe. La 362 incluye papeles relacionados con San Marcos y la plaza de San Isidoro. La catedral de Astorga ocupa otras dos cajas (las 364 y 365). En la 367 hay planos y datos de la iglesia de Arbas, de los monasterios de Carracedo, Carrizo, Corullón, Gradefes, del palacio de Grajal y del puente romano de Hospital de Órbigo. En la caja 368 hay documentos de Peñalba, la villa romana de Navatejera y el castillo de Ponferrada. En la 369, están las carpetas de la Peregrina de Sahagún, de San Miguel de Escalada, San Miguel de las Dueñas, San Pedro de Montes, Santa Colomba, Santo Tomás de las Ollas, Valencia de Don Juan, el monasterio de Villaverde de Sandoval y planos de El Escorial y de el acueducto de Segovia. A partir de la caja 370 hay documentación de monumentos de Zamora, Lérida, Granada, Córdoba, Alcoy y de los distintos edificios del Banco de España.

Miles de papeles. En las cuarenta cajas de documentos que legó Menéndez Pidal a San Isidoro hay auténticas joyas, como proyectos que nunca se llevaron a cabo. San Isidoro utiliza todavía hoy los planos de Menéndez Pidal para todas las restauraciones. Cuenta Viñayo que Luis Menéndez Pidal, con el que llegó a trabar una estrecha amistad, ya que el arquitecto trabajó con mucho empeño en San Isidoro, «me trajo un día en un camión todos sus libros y documentos». Viñayo no oculta su admiración por un arquitecto que en León «lo primero que hizo fue crear una empresa especializada en restauración, para que los trabajadores no estropearan los monumentos. Creía que todos los empleados tenían que ser auténticos especialistas en sus oficios». Aunque Menéndez Pidal siempre hacía fotografías de los monumentos antes de cada intervención y una vez restaurados, este material no está depositado en San Isidoro.

tracking