Entrevista
«Los cincuenta eran años de hablar en voz baja, de cuchicheo»
Fresneda, que ha trabajado con asiduidad en la televisión de Cataluña, se hizo popular en el papel de doctor Aimé de Hospital Central, título que dejó tras seis años de grabaciones. Cree que década de los 50 en la que se desarrolla la producción de Diagonal TV necesitaba ser explorada en la ficción televisiva. Unos años que califica de oscuros, con una sociedad donde se palpaba el miedo.
-”¿Por qué ha decidido quitarse una bata para ponerse otra?
-”En televisión se me ha visto en bata, pero después de dejar Hospital Central me he puesto muchos ropajes. Tomé la espada de El Tenorio, en teatro, hice una serie en TV-3, y prefiero pensar que soy el abuelo de Aimé en Amar. No tiene nada que ver un médico de los años cincuenta que de la época actual.
-”¿Por qué tomó la decisión de entrar en esta serie diaria?
-”La serie entra muy bien por los ojos. No estábamos acostumbrados en la televisión de hoy a hacer personajes de época, de los de raya al lado y bigote. Es una manera de meterse en otra realidad, con el crucifijo colgado en las paredes tan propio de la época.
-”No sé si los años 50 son muy conocidos por la mayoría de los españoles.
-”No mucho. La serie deja ver ese tono gris de la época. Ese miedo que estaba presente en todas partes se refleja en el personaje de Pep Munné, que está atemorizado en la cárcel por razones políticas. En esta temporada se verá cómo otra gente abre los ojos y se empiezan a hacer preguntas, lo que generará un cierto debate.
-”Por lo demás ha apostado por una serie segura, todo un éxito de audiencia.
-”Te vienen los trabajos cuando vienes y los coges cuando puedes. Doy gracias de tener un trabajo continuado y poder desarrollarme como actor, y si es un caballo ganador, mucho mejor. El reto es mantener la audiencia de la serie con todos los profesionales que han pasado por aquí, primeras figuras, es un desafío importante.
-”Ha tenido mucha suerte en televisión, tanto en la nacional como en TV3.
-”En diez años he estado en cuatro series, entre Madrid y Barcelona. He tenido suerte en la televisión porque en cine he intervenido en películas que ni siquiera se han estrenado. Pero salí de Hospital Central porque hubo un cambio de guionistas que decidieron dar un giro a las tramas y no se les ocurría contar nada nuevo de mi personaje. Ya eran seis años, y si no en esa temporada, hubiera dejado aquel trabajo en la siguiente porque había cumplido un ciclo. La vida no se acababa ahí.
-”La ficción televisiva está dando muchas oportunidades a actores.
-”Desde dentro se ve más natural porque trabajas con los mismos técnicos en cine y en televisión. Las barreras no son más que etiquetas. Es evidente la popularidad que brinda la televisión, pero es un arma de doble filo porque no sólo te puedes quedar con eso.