La feria del Libro Antiguo oferta un viaje nostalgico a la infancia
La nostalgia se ha apoderado de la céntrica plaza leonesa de San Marcelo, que consigue durante estos días arrancar una sonrisa de niño a todo adulto que al acercarse a los puestos de la Feria de Libro Antiguo y de Ocasión recuerda su niñez plasmada en cómics o colecciones de cromos.
Y es que cambia la cara de la personas cuando al llegar a un puesto descubren entre su oferta un cómic de Chicos, El Capitán Trueno, Claro de luna o Can Can , siendo el más antiguo de ellos de 1943, cuanto su coste se medía en céntimos de pesetas.
Ahora, aquellos niños convertidos en padres o abuelos se abalanzan sobre los puestos y explican a sus descendientes porque sus rostros vuelven a impregnarse de inocencia. Entre los que se acercan a observar tal material hay dos tendencias, la de aquellos que pretenden reencontrarse con aquello que tuvieron, y una segunda en la que los asistentes hallan todo lo que soñaron tener y sólo vieron en casa del vecino.
La mayoría de los cómics datan de los años cincuenta y setenta, cuando la escasez económica hacía que los niños desearan cosas que no podían tener, ha explicadola responsable de la librería asturiana Personajes, María Emilia Valle.