Cerrar

El director y coreógrafo Kenny Ortega.

Publicado por
josé javier esparza
León

Creado:

Actualizado:

Es la comidilla de la semana, valga la expresión: el tortazo que una concursante propinó a otra en Pekín exprés , el -reality- viajero de Cuatro. No fue galla ni bofetada, colleja ni puñetazo, soplamocos ni sopapo: fue propiamente tortazo o, mejor aún, torta, de blanca mano abierta, parábola breve y estragos limitados, como de colegio de niñas de las de antes. Pero lo más impresionante no fue la torta, sino el ambiente de agresividad generalizada, y más femenina que masculina -"porque las protagonistas fueron señoras-", que incluyó patadas, insultos y hasta un hostil remojón, éste sí, propinado por un varón, y todo ello dentro de un astroso autobús.

De vergüenza, vamos. Vergüenza, sobre todo, porque estas cosas, hasta ahora, sólo pasaban en Gran hermano y Cuatro siempre había blasonado de permanecer al margen de la basura. Por eso el peor papelón, con todo, fue el de Raquel Sánchez Silva, la conductora (del programa, no del autobús), obligada a montar un numerito de dura reprensión escolar y, al mismo tiempo, justificar que no se expulsara a ningún concursante. Imagino que una expulsión masiva dejaría al programa en cuadro y que, por otro lado, Cuatro no quiere renunciar a unos concursantes que seguramente elevarán share por su tendencia a la agresividad. En cualquier caso, esto no deja de ser anecdótico; lo categórico es más bien el propio suceso, el comportamiento de esa gente, lo que nos está diciendo sobre cómo son nuestros congéneres. Se ha puesto mucho el acento en la torta y las patadas. Sí, eso es importante. Y también lo es el áspero «¡cállate!» con el que una de las púgiles ataja a su pareja (masculina) cuando ésta osa meter baza. Pero tal vez sean aún peores los discursos con los que los púgiles tratan de exculparse.

El vídeo circula por ahí, en la red. Creo que vale la pena ver ese vídeo, estudiarlo, comentarlo, reflexionar sobre él. Yo aconsejaría a Cuatro -"con la impunidad que proporciona el saber que no me van a hacer ni puñetero caso-" que suspendiera Pekín Exprés , porque esa gente no es digna de pasear por el mundo, y reorientara su programación hacia contenidos que tengan que ver con la resolución civilizada de conflictos. ¿Causaría esto un grave perjuicio a las finanzas de la cadena, poco saneadas de por sí?

Bueno, pues propongo una alternativa: que lleven al viaje a Rocío Ramos Paúl, la superarregladora de -Supernanny-, y transformen -Pekín exprés- en un programa de reeducación de adultos. Aunque, visto el producirse de estas personas, a lo mejor era más conveniente contratar a Calparsoro para que rodara con ellos una nueva edición de El castigo , jaulas de jabalíes incluidas. Qué deplorables paisanos

Cargando contenidos...