Fichajes
El invento del maligno
Tópico cultural: en los Estados Unidos, apareces un día con un coche de lujo y el vecino te expresa calurosamente su admiración; en España, apareces con ese mismo coche y el vecino piensa: «algo malo habrás hecho». Es un tópico, sí, pero no deja de ser verdad.
Lo estamos viendo ahora mismo a propósito del fichaje de Pilar Rubio, la chica de La Sexta, por Telecinco. Ha sido anunciar el fichaje, y el mundillo televisivo se ha llenado de rumores maledicentes sobre la cantidad que va a cobrar la joven estrella: un millón de euros según algunas fuentes, millón y medio según otras. Es una barbaridad de dinero, pero tampoco estamos en cifras que rompan el mercado del -˜show-business-™. Telecinco, sin embargo, se ha apresurado a desmentir los rumores, quizá porque en tiempos de crisis está feo mostrar tesoros. Hombre, seamos cabales: que una empresa más fuerte te fiche por una millonada es una noticia excelente, es lo mejor que te puede pasar en tu vida profesional y, en términos de mercado, nadie debería sentirse herido, porque el mercado consiste exactamente en eso. Que la gente gane mucho dinero, en general, es bueno; sobre todo si son muchos los que ganan mucho, y pocos los que ganan poco. Como es sabido, la riqueza bien aplicada suele generar un efecto expansivo: cuanta más gente gana dinero, más posibilidades hay para los demás. Y al revés: cuando el número de ricos se reduce, el de pobres suele extenderse.
Así que a mí me parece muy bien que Pilar Rubio gane mucho dinero, sea esa cifra o sea otra, y sólo cabe desear que Telecinco aplique esa misma generosidad a los contratos de su personal de a pie; a ver si por esta vía vamos saliendo de la proletarización de los periodistas de la tele, que está siendo el rasgo distintivo de los canales españoles en los últimos años. Otra cosa es el concepto por el que un canal de televisión afronta semejantes inversiones. Tratándose de Telecinco, uno puede augurar lo peor. Dicen que en la entrega de los últimos Ondas, J.J. Vázquez le dijo a Pilar: «Tú tienes que venirte a una cadena con audiencia, y no dónde estás».
Si es para hacer lo mismo que Vázquez, vamos apañados. La cadena, al hablar de Pilar Rubio, no se refiere a ella como «la periodista», sino como «la artista». Es un dato inquietante. De momento, la que tiene un problema es La Sexta, que en los últimos meses se ha quedado sin Sara Carbonero, sin Pilar Rubio y ahora, además, sin Cristina Urgel, cuyo fichaje acaba de anunciar Cuatro. «Somos conscientes de que esta cadena desde su nacimiento es una cantera de grandes profesionales de televisión», dicen en Globomedia. Quien no se consuela es porque no quiere.