opinión | el invento del maligno
Moriscos
De verdad que tengo un enorme interés en ver cómo cuenta TVE, por mediación de Sagrera, la expulsión de los moriscos.
Como se acaban de cumplir 400 años de aquel suceso -"ya hemos visto incluso al Congreso pedir reparaciones por aquello-", a la Pública se le ha ocurrido que nada mejor que amadrinar una gran producción sobre el asunto.
La idea es buena, sí: ojalá TVE gastara más dinero en esfuerzos de este género. Por cierto que, ya que en ello estamos, del mismo modo agradeceríamos que la Pública se ocupara también de amadrinar producciones sobre sucesos no menos importantes como, por ejemplo, el 2 de mayo de 1808, cuyo bicentenario pasó sin pena ni gloria. Pero, en fin, se ve que el juicio histórico de TVE adolece de ciertas limitaciones.
Y ya que no hay 2 de mayo, vale que haya moriscos. Lo que vamos a ver -"el próximo sábado, si no cambian las parrillas-" será un programa de docu-ficción que consiste en alternar la exposición histórica con otra narración dramatizada.
Esta última va a ser protagonizada por una familia morisca, la familia Aziz. Su título: Expulsados 1609: la tragedia de los moriscos. Decía que tengo gran interés por ver esta producción porque pocos episodios hay en nuestra Historia más dados a la autoflagelación y a la penitencia, muchas veces bastante más allá de lo justo y necesario.
Personalmente, creo que lo peor que se puede hacer con la Historia es moralizarla e ideologizarla; es decir, utilizarla para aplicar los hechos pasados sobre la circunstancia presente, sin intentar entender cómo y por qué sucedieron las cosas desde la perspectiva de la época.
Viniendo de quien viene el producto, y a juzgar por las declaraciones de sus protagonistas -"por ejemplo, la actriz Ana Alonso-", hay razones para temerse lo peor; es decir, una visión muy parcial del acontecimiento.
Ya sé que esto es un juicio de intenciones, pero es que demasiadas veces antes hemos visto a estos mismos talentos pasar de las intenciones al acto, y siempre cargando del mismo lado.
En todo caso, valdrá la pena verla. Y después, comentarla.