Reportaje | p. RÍOS
Plan Guardiola contra la relajación
Líder destacado y sin fútbol entre semana por el ko copero, el Barça fue de excursión a Palafrugell. La próxima semana, Reus
La primera plantilla del FC Barcelona, en el entrenamiento de ayer en Palafrugell.
Miércoles 13 de enero. Sólo habían pasado unos minutos de la eliminación del Barça en los octavos de final de la Copa del Rey cuando Guardiola, en la sala de prensa del Sáchez Pizjuán, confesó una preocupación: «Hay que ver cómo reaccionamos a las semanas largas, no estamos acostumbrados a esa dispersión, a ver cómo reacciona el equipo». Lejos de lamentarse por el k.o. ante el Sevilla, pese a estar todavía caliente un partido muy tenso, el técnico azulgrana ya miraba hacia donde los demás ni pensaban, en el futuro inmediato, y comenzaba a idear un plan para que sus jugadores, acostumbrados a actuar cada tres días en el año de los seis títulos, no se aburrieran ni cayeran en tentaciones. Puede parecer infantil, pero el fútbol tiene mucho de inmadurez. Y los protagonistas lo saben. Es lo que tiene haber sido cocinero antes que fraile. Dicho y hecho. Por lo menos hasta que vuelva el fútbol entre semana para el Barça en los octavos de final de la Champions, frente al Stuttgart, Guardiola está rompiendo la rutina con actividades.
La pasada semana citó a la plantilla a una cena en un restaurante de Barcelona con la excusa de una deuda festiva por las seis copas y tres cumpleaños. Por si la noche se alargaba entre risas, había permiso para ello, colocó el entreno día siguiente en horario vespertino, algo poco habitual, y sólo para los que juegan menos minutos. Esta semana Guardiola ha introducido otro elemento: una excursión. Un entrenamiento a 125 kilómetros de Barcelona, en Palafrugell (Girona), localidad que reúne en su litoral algunas de las calas más representativas de la Costa Brava. Guardiola distrae a sus muchachos y el club azulgrana cumple, de paso, con un compromiso adquirido con la modesta pero histórica entidad anfitriona: ya ha cumplido cien años. Fue un éxito total. Y habrá más. El próximo martes la excursión prevista será a Reus. Y la intención es organizar algún amistoso para que los menos habituales, ahora que las rotaciones han desaparecido, recuperen el ritmo competitivo.