Se cierra el abanico

Ni una oportunidad a los jóvenes Pedrito, Javi Martínez o Pedro León, ni el regreso del fiable Palop, ni tampoco un guiño a los renacidos Guti o Reyes. Vicente del Bosque evita experimentar a estas alturas de la película y para el amistoso del próximo miércoles ante Francia, en Saint Denis, eligió a 23 futbolistas que, salvo lesiones o baja forma, serán los mismos que acudan el próximo verano al Mundial de Sudáfrica. El seleccionador recupera a pesos pesados como Senna y Fernando Torres, ausentes por lesión en los últimos amistosos ante Austria y Argentina, y prescindió de Pablo Hernández e Iraola.

Además de la escasez de novedades, varios son los aspectos que invitan a pensar que esta lista será casi un calco de la mundialista. La enorme expectación generada en la Ciudad del Fútbol de Las Rozas, el hecho de que Del Bosque anunciara a sus hombres de memoria -se olvidó de Güiza-, el potencial del adversario, el tratarse del último encuentro antes de la convocatoria final, la necesidad de rodar diversos anuncios con los patrocinadores y, sobre todo, el deseo del técnico de comentar a sus pupilos diversos aspectos relacionados con la concentración previa al torneo sudafricano.

Del Bosque se cura en salud . Por si acaso debe mover fichas de aquí a mayo, Del Bosque se curó en salud a la hora de las valoraciones. «Será una lista bastante parecida a la del Mundial pero no está absolutamente cerrada. Dependerá no sólo de alguna lesión sino del discurrir de la temporada», adujo antes de citar nombres que «están en la mente de todos» como Cazorla, Pablo, Llorente, Riera o los guardametas Víctor Valdés y Palop. Luego, cuando se le preguntó por la posibilidad de que al final lleve a un lateral más, se acordó de Iraola y los rojillos Monreal y Azpilicueta.

Más de que de hombres, Del Bosque duda sobre la conveniencia de mantener para el Mundial a cuatro arietes clásicos -Villa, Torres, Negredo y Güiza- o prescindir de uno de ellos para incluir a un hombre de banda en el centro del campo u otro defensa. Cree el seleccionador que con siete zagueros debería bastar, y más si se tiene en cuenta que Ramos, Puyol y Arbeloa son polivalentes y rinden bien tanto en el centro como en el carril, pero sabe que son puestos con mucho riesgo de sanción por tarjetas. Más arriba, Navas es el único extremo puro, aunque Mata y Silva también pueden actuar pegados a la cal. Y cuatro puntas serían demasiados si prevé jugar con un 4-2-3-1 o un 4-3-3 en el que Villa rompería desde la izquierda.

A la hora de justificar el porqué del continuismo, Del Bosque confesó que no debe fijarse sólo en el rendimiento de cada jornada.