La euforia del Madrid

La épica remontada ante el Sevilla ha disparado los parámetros del gen ganador que siempre caracterizó al Real Madrid, conjurado ahora para remontar ante el Lyon y acabar con el mal fario de octavos de final de la Champions que le persigue en los últimos cinco años. No es por casualidad que este lunes, a dos días de la final ante los franceses en el Bernabéu, salieran a la palestra nada menos que Cristiano Ronaldo, Kaká e Iker Casillas. Cada uno por un lado pero todos con el mensaje común de la grandeza y el triunfo por bandera. Es el otro partido, una táctica intimidatoria estudiada al detalle por los asesores de comunicación e imagen del club con más ingresos del planeta.

El portugués compareció, exultante, en la fábrica de Valdebebas. Ante un auditorio multitudinario, mostró su fe ciega en voltear la eliminatoria, repartió responsabilidades entre todos sus compañeros y se decantó por un once ofensivo en el que tuvieran cabida Guti y Van der Vaart. Pero, sobre todas las cosas, dejó claro que este Real Madrid es el mejor equipo en la actualidad, capaz para superar al Barça y a cualquier otro grande en Europa.

«Estamos en un buen momento de forma. El equipo está jugando muy bien, demostrando que somos los más fuertes del campeonato. Este miércoles encaramos a un equipo que ya conocemos, bueno, fuerte físicamente y con una defensa potente, pero jugamos en casa, vamos a dar una buena respuesta y a pasar la eliminatoria», garantizó Cristiano, quien con su gol abrió el camino del heroico triunfo ante los hispalenses.

Ni siquiera cree el portugués que sea necesario apelar al histórico espíritu de las remontadas europeas para superar a los galos. Tras confesarse impactado por el delirio que se vivió el sábado en las gradas de Chamartín, sí pidió a la afición que «repita esta actitud el miércoles» porque así ayuda a los futbolistas a «jugar bien y ganar». «Sabemos que será difícil pero todos juntos tenemos que demostrar que en el Bernabéu mandamos nosotros».