«Si gano el oro me muero en el podio»

«Mi objetivo en Qatar son las medallas. Para eso me he entrenado. Soy consciente que no voy a tenerlo fácil pero también que si las cosas me salen como espero el podio es una opción más que factible». Así de seguro se mostraba ayer Sergio Sánchez apenas una hora antes de coger el avión que junto al resto de la delegación española le trasladaría a Qatar. Allí, mañana miércoles, tendrá su primera prueba de fuego en las semifinales de los 3.000 metros. Luego, si todo sale bien, la gran final del domingo a partir de las 15.00 horas donde tendrá al pequeño de los Bekele, Tariku, el keniano nacionalizado norteamericano Bernad Lagat y el keniano Cherkos como grandes enemigos para colgarse una presea, como antes que él consiguieron otros leoneses (Colomán Trabado con su oro en los 800 de París-85 y Manuel Martínez con el oro en Birmingham-2003 y el bronce en Lisboa 2001). «Si logro una medalla sería algo maravilloso y si esta es de oro me muero en el podio». El gordonés, que acude con la tercera mejor marca de todos los presentes (7:32.41) ya tiene diseñada su estrategia para alcanzar la gloria. «Mi idea es correr la segunda semifinal, aunque todo dependerá del sorteo. Si lo hago ya conoceré los tiempos de la anterior para buscar un hueco entre los 12 elegidos sin pasar apuros innecesarios y riesgos que puedan dejarte tocado para la final». Allí, la táctica será «marcar un ritmo elevado y progresivo que pueda descabalgar a alguno de mis directos rivales como los kenianos. A ellos les gusta ir a ritmo y si este no es constante pueden sufrir. Lo mejor es que al final nos quedemos pocos para optar al podio. Creo que Lagat, Bekele y en menor medida Cherkos pueden estar ahí. Todos son peligrosos pero también batibles. Soy consciente que en cierto modo me van a cargar a mí de responsabilidad, pero eso no va a ser inconveniente. Sé que debo dar la cara desde el primer momento porque en ello me va la medalla».