Diario de León

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Estrepitoso fracaso del Ademar (30-23)

El equipo leonés pierde en Valladolid seis temporadas después el día que se jugaba la tercera plaza

Castresana lanza a puerta. El jugador leonés fue, junto con Buntic, lo único destacado del partido.

Castresana lanza a puerta. El jugador leonés fue, junto con Buntic, lo único destacado del partido.

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a.o. | valladolid
León

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Era una final y la perdió. El Reale Ademar cayó sin contemplaciones ante un Valladolid que fue siempre superior. No hubo ni un sólo minuto en el que el equipo leonés pudiera con su rival en un derbi que dejó patente lo peor de Ademar.

El marcador final dejó patente la debacle: 30-23. El Pevafersa Valladolid fue un rodillo para los leoneses, que no lograron en todo el partido despegarse en el marcador y que estuvo incluso diez tantos por debajo. Sólo los primeros minutos hicieron soñar con un choque a la altura de dos rivales territoriales. Pero la tensión y lucha iniciales dejaron paso enseguida al desastre. El equipo de Juan Carlos Pastor se cebó con los leoneses y encontró, una y otra vez, hueco para llegar a la portería. Sólo un Castresana abiertamente enfrentado a la grada vallisoletana, a la que dedicó al menos dos peinetas , puso garra a un partido que se fue casi desde el comienzo. El enfado del entrenador, Jordi Ribera, lo dijo todo. Queda por ver cuál será la reacción del club después de la advertencia que lanzó a los jugadores el presidente, Carlos Pollán, horas antes de un encuentro que era vital para los leoneses. El Ademar se jugaba la tercera plaza en la Liga Asobal y el billete a la Champions. Y perdió. Sin paliativos.

Lo hizo seis temporadas después, en Valladolid. Y lo fue hacer el día que se jugaba la tercera plaza de la Liga Asobal. El equipo de Jordi Ribera no fueron ayer fieles a sí mismos en un Huerta del Rey abarrotado, con una nutrida presencia de aficionados leoneses. Al final, y tras una polémica última jugada, con gol anulado a Carou por entender los colegiados que algún jugador del Ademar había sobrepasado la línea de saque, el marcador fue el mismo que en la primera vuelta (30-23), aunque en esta ocasión del lado pucelano. Así, el goalaverage se mantiene igualado, aunque el Pevafersa Valladolid aventaja ahora en cuatro puntos a los leoneses en su particular pelea por la tercera plaza.

El encuentro comenzó con un 3-0 de parcial para los dirigidos por Juan Carlos Pastor. El ambiente quizá ayudó a ello, pero de los Jordi Ribera no se vinieron abajo. Y de la mano de Castresana y Buntic lograron la igualada a tres. Los dos salieron con un 6:0 defensivo, muy intenso en ambos lados. Y los dos vieron cómo los colegiados pronto les llamaban la atención. Otros dos parciales idénticos llevaron al 6-6 (minuto 14). Por entonces, Asier Antonio ya había visto la primera exclusión y Chernov se iba también al banquillo. Había intensidad y, fruto de ello, Ademar se quedó con 4 jugadores por 5 del Pevafersa. Ni así se rompía la igualdad reinante (8-8, minuto 19). Ahí hubo un momento de duda en las filas leonesas, dos ataques errados (uno por falta de Castresana y otro con la aparición de un Svensson que luego sería clave) y el brazo de Entrerríos caliente. El asturiano, con dos goles desde 9 metros, tiró de su equipo para que éste casi resolviese en esos 10 minutos.

Una táctica que hace estragos. Ribera paró el encuentro con 13-9 y metió a Álamo por un apagado Alilovic pero ni por ésas. Los vallisoletanos apretaron el acelerador hasta el 16-10 del descanso (8-2 de parcial en esos diez minutos). El Ademar se había complicado el encuentro. Y lo terminó de perder en el arranque de la segunda parte, cuando encajó un parcial de 4-0 (hasta el 20-10 del minuto 35). Los de Ribera no veían puerta. Tardaron siete minutos en anotar el primer tanto en la reanudación (obra de Chernov), pero ya tenían demasiado cuesta arriba el encuentro. A pesar de algún que otro arreón, las diferencias ya eran insalvables. Los diez goles de desventaja estuvieron en el electrónico demasiadas veces (23-13, minuto 42; 26-16, en el 48...). Los leoneses habían pasado un momento crítico y habían perdido su opción de volver a puntuar en la pista del Valladolid. El final de la primera parte y el inicio de la segunda les mató. La defensa de los de Pastor había hecho estragos (los de Ribera sólo llevaban 13 goles en el minuto 42) y quizá el míster leonés echó de menos la aportación de sus laterales (Ortigosa fue el máximo realizador), además de tener a Doder desaparecido y a García Vega tocado. Entonces era momento de pensar en el average. Los leoneses habían ganado por siete (30-23) en el Municipal. Y ése era el marcador a defender. Ribera arriesgó en defensa, con un 4:2 presionante, con Ortigosa y Castresana sobre Perales y Entrerríos. Y la apuesta fue acertada. Varios balones recuperados y el 28-22 en el marcador a tres minutos del final.

Entonces, dos tantos de rabia de Perales y la jugada polémica a tres segundos del final, tras saque rápido y gol de Carou dejó el mismo resultado que en la primera vuelta (30-23).

La tercera plaza se aleja a cuatro puntos. Ahora, a pensar en el miércoles y en la Copa del Rey, donde de nuevo espera el conjunto vallisoletano.

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