Cesc se cruza en el camino

Barcelonista de cuna que se formó en el fútbol base azulgrana con sus amigos Messi y Piqué antes de irse al Arsenal en el 2003 con sólo 16 años, Cesc Fàbregas tendrá la oportunidad de mostrar su talento en el Camp Nou. Será el martes 6 de abril en el partido de vuelta de los cuartos de final de la Liga de Campeones .

El bombo de Nyon cruzó al Barça con el Arsenal, un equipo con calidad, pero menos consistente que Manchester United, Bayern o Inter. La sensación es de respeto y cautela, pero no de pánico. El factor campo favorece a los de Guardiola, pues la ida tendrá lugar el miércoles 31 de marzo en Londres, aunque en la pasada edición al Barça le vino bien jugar primero en el Estadi ante Bayern (cuartos) y Chelsea (semifinales).

Cesc será el protagonista indiscutible porque además es uno de los deseados por la secretaría técnica azulgrana para reforzar al Barça la próxima temporada. Pocos jugadores tienen un perfil tan adecuado para el estilo de fútbol que se practica en el Camp Nou y nadie duda de sus sentimientos. El problema es que la titularidad en el centro del campo de Guardiola está cara, con Xavi e Iniesta en plenitud de su carrera y un 4-3-3 muy definido que obliga a disponer de un pivote más defensivo. Paralelamente, el Madrid también está dispuesto a poner una cifra mareante en un cheque para convencerle. Si vistiera de blanco no sería por corazón, pero argumentos deportivos no le faltarían: en el Santiago Bernabéu necesitan más a un jugador de sus características, se convertiría de inmediato en un líder. La elección, con permiso del Arsenal, que puede pedir lo que quiera por su estrella, es complicada y, en cualquier caso, los interrogantes al respecto añaden morbo a los cuartos de final.