Toca machada en Rusia (36-37)

El Reale Ademar se ha complicado sobremanera su pase a los cuartos de final de la Liga de Campeones. Para alimentar la esperanza y afrontar la vuelta con garantías debía ganar a los rusos del Chekhovskie pero finalmente cayeron por la mínima (36-37). No es un resultado definitivo pero la empresa es muy difícil. El resumen es sencillo: para seguir vivo en Champions toca machada el próximo juvees en la cancha de los rusos. No es una misión imposible y a esa pequeña esperanza se agarra todo el Ademar. «Quedan sesenta minutos por delante. Hay que jugarlos», ese fue el mensaje que dio el técnico Jordi Ribera a su plantilla al final del choque.

Fue un mal final para un inicio esperanzador de los leoneses. No hubo pájara de salida y eso ya fue una buena noticia. El 5-2 del minuto cinco con un índice de efectividad del cien por cien era un buen augurio.

El Ademar supo atacar bien la pegajosa defensa 5-1 que hacen los rusos con Dibirov de adelantado y en ataque su primera línea se mostró de lo más solvente dado que el juego al pivote con los osos que tienen los rusos en el centro de la defensa (Kamanin, Rastvortsev y Chernoivanov) era complicado en el arranque. Y la punta de lanza la puso (quien lo diría) un resucitado Bicanic que parecía tener una cuenta pendiente que saldar. El croata parecía poseído. Seis goles de siete lanzamientos. Gracias a su brazo (ayer letal) los leoneses llegaron mandando al minuto 23 por 15-13. No era mucho pero viendo los auténticos lanzapiedras que tienen los rusos en el lateral: el ucraniano Shelmenko y Rastvortsev (17 dianas entre los dos) no estaba mal.

Y dos arriba se fue el Ademar al descanso: 20-18.

En la segunda Bicanic se apagó y se lesionó pero la artillería rusa siguió con su fuego cruzado. El resultado fue que igualaron el choque y empezaron a creerse que podían ganar. Al ecuador de la segunda mitad se llegó con el Chekhovskie uno arriba: 26-27. Su cañonero Rastvortsev llevaba ya ocho en su cuenta.

Y lo malo es que a esas alturas el Ademar había desperdiciado tres penaltis.

Ortigosa y Buntic tiran del carro en ataque pero en defensa el Chekhovskie ve puerta con demasiada facilidad. Llevan 33 goles a falta de siete minutos. Demasiandos A falta de cinco minutos el Ademar cae de uno: 33-34. El asunto pinta mal. Ribera pide tiempo y les pide recuperar un balón y evitar que los rusos se vayan.

En ese momento emerge la figura de un Ortigosa grande que empata el partido a 36. A falta de 50 segundos el Ademar tiene bola en su poder pero se precipita y pierde un ataque vital. Da unos segundos vitales a los rusos que los aprovechan. Starykh suelta el brazo y le da el triunfo a los rusos a falta de unos pocos segundos. Lo dicho. Toca machada en la vuelta.