El sol y la niebla
Sin afanes polémicos MARTÍN
Una jornada con más sombras que luces. Brilló el sol en el extraordinario partido firmado por Baloncesto León ante los canarios de La Laguna; la niebla acompañó a la Cultural en Barakaldo y al Reale Ademar en el Palacio de Deportes.
Empezó bien la jornada Baloncesto León, firmando un buen partido ante un contrario difícil que ocupa lugar destacado en la clasificación, con el puesto, para estar en los playoffs de ascenso, prácticamente asegurado. Buen juego, con destacadas actuaciones individuales. Una victoria que sirve para afianzar un puesto importante en la clasificación, con posibilidades de terminar la fase regular en el quinto lugar, objetivo actual del equipo con premio de jugar en cancha propia las eliminatorias por el ascenso.
La Cultural en Barakaldo perdió, porque una vez más el equipo tuvo muy poca pólvora en ataque. Un solo gol fue suficiente para qué que los vizcaínos se hicieran con la victoria. Ni siquiera la baza «heroica» de sacar a Jito, con problemas físicos dio resultado. Sigue el equipo metido en zona de arenas movedizas, con el pozo del descenso amenazando. De momento tres puntos, el premio de vital importancia, frente al Athletic B, quien, con los mismos puntos en la clasificación, tiene los mismos problemas clasificatorios que la Cultural. Partido cuya resolución, favorable o no, puede suponer peldaño decisivo en la escalera que lleva a la permanencia o a las puertas mismas de la pérdida de categoría. Cuando la viabilidad del proyecto pasó la revalida necesaria, marcada por la Ley Concursal, hay que pedir al equipo el máximo esfuerzo posible para mantener la categoría. Lucha, entrega, darlo todo, en suma profesionalidad.
Reale ademar no pudo, aunque hizo todo lo posible, derrotar al Chekhovski. El equipo ruso, dirigido por Maximov, uno de los mejores entrenadores de balonmano mundial, veterano de mil batallas, con victorias brillantes y logros que aún perduran en el tiempo. Reale Ademar realizo unos primeros minutos brillantes, llegando a llevar sustancial ventaja en el marcador. Fue como el canto del cisne antes de plegar las alas para morir en la orilla. Cansancio, muchos problemas físicos y gravitando sobre su moral el desencanto sufrido en la Copa del Rey. Los jugadores lo dieron todo en la cancha, pero tuvieron que inclinarse ante la superioridad de un poderoso que llegó con sus reservas físicas en plenitud.