Diario de León

BALONCESTO. PLAY OFF DE ASCENSO A LA ACB

León baja el telón a la liga (73-83)

Los de Javier de Grado ceden su tercer envite en la fase de ascenso frente a La Laguna. El acierto ante el aro de los tinerfeños fue vital para que el sueño del ascenso se esfumara al menos por esta tempo

Antelo, Iturbe y Rocchia, desconsolados tras el encuentro.

Antelo, Iturbe y Rocchia, desconsolados tras el encuentro.

León

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Baloncesto León puso punto y final a la temporada. Y lo hizo a pesar de su derroche de coraje y casta. Pero ayer los de De Grado se encontraron con un rival inspirado en el juego exterior como La Laguna que se aseguraba el billete para las semifinales del play-off (73-83) a pesar de la resistencia local y de una grada que, como en las mejores noches de baloncesto, intentó que el sueño de regresar a la élite siguiera latente al menos un capítulo más.

Rebote, acierto ante el aro y minimizar las pérdidas de balón. Esas eran las bazas que debía jugar el plantel leonés para seguir con vida en el play-off de ascenso. Eso y frenar el daño en el juego interior que Donaldson y Guillén pudieran causarle. La consigna era clara y desde el mismo salto inicial los de De Grado se aplicaron en intensidad para sacar adelante la reválida. El 2-0 era la mejor muestra y el 7-2 que reflejaba el electrónico apenas consumidos tres minutos lo corroboraba aún más. Sólo una nube amenazaba el horizonte: las dos personales de Iturbe que obligaban al técnico leonés a sustituirle por Antelo. La defensa estaba dando sus frutos a los leoneses que no obstante cedían en el dominio del rebote. Eso sí, Donaldson y Guillén no se estaban encontrando cómodos. Con el 7-7 el choque volvía a equilibrarse y ahí la alternancia en el marcador cobró una dimensión notoria. Apenas dos puntos de ventaja eran el botín para uno y otro. Y eso dejaba los primeros diez minutos de pulso con un ajustado 21-20 a favor de los locales.

León sabía que no podía dar concesión alguna a su rival y al menos en el primer cuarto su receta surtía efecto. Pero en el siguiente la cosa fue otro cantar. Y ahí buena culpa de ello lo tuvo el acierto desde el perímetro de un ex, Nacho Yáñez, que con cuatro triples (casi los mismos que hizo en toda una temporada en León), se encargaba de situar un preocupante 25-31 en apenas cinco minutos. Los mismos que la disparidad de criterio en una y otra zona de los árbitros penalizaban con tres personales a otro de los hombres altos de los locales, Fontet. La situación incluso iba a peor porque si bien los de De Grado derrochaban garra y entrega, su falta de acierto ante el aro permitía a los tinerfeños alcanzar un margen de tranquilidad que llegaba a los 11 puntos en varias ocasiones que Urtasun con un 2+1 a cuatro segundos para el descanso se encargaba de reducir a ocho con el 35-43

De morir había que hacerlo matando. Y más en un partido loco en el que se había convertido el pulso. Humphrey y Urtasun se encargaron de hacerle ver a La Laguna que León no era escenario para cerrar la eliminatoria. El 40-43 a siete minutos para finiquitar la tercera entrega lo dejaba evidente. Pero nuevamente dos faltas señaladas a Iturbe que desembocaron en su eliminación anticipada volvieron a jugar en contra de los leoneses. Y es que además, apenas unos minutos más tarde, Fontet cometía la cuarta. Pero si de algo se caracteriza Baloncesto León es por su entrega hasta el final. Canasta a canasta, jugada a jugada y rebote a rebote los locales se mantenían vivos. Bien es cierto que llegaron a ir 11 abajo pero ni con esas. A falta de 10 minutos nueve puntos le separaban de los insulares (57-66) en los que Donaldson y Guillén, aunque de una manera menos clara que en los dos anteriores envites, ejercían de estiletes. León daba un paso adelante en el inicio del último cuarto situándose a siete puntos pero otra vez la eficacia de los tinerfeño s volvió a ser decisiva. A cinco minutos el 63-74 se presentaba como una losa muy difícil de levantar. Sólo un milagro podía alargar la eliminatoria. Pero esta vez la suerte quiso ser esquiva con los locales que, con más corazón que acierto se dejaron hasta el último suspiro en la pista. A poco menos de un minuto para el final Urtasun situaba el 71-78. Presión e intensidad al máximo arropados por una grada entregada a la causa. Aún así eso sólo sirvió para dejar el electrónico en 73-83. Y hasta la próxima temporada.

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