Final de trayecto
Sin afanes polémicos MARTÍN
El hecho de haberse celebrado el sábado los partidos de Reale Ademar y de la Cultural, lo que supone cierta lejanía en el tiempo, no puedo orillar el habitual comentario; primero por no faltar a la cita con los lectores, segundo porque los partidos jugados por Cultural y Reale ademar tuvieron un sabor y color especiales. Por la singularidad de alguno de los protagonistas y por el buen hacer de los equipos.
Primero, el orden cronológico manda, fue el palacio de los deportes el escenario del partido Reale Ademar - Cangas. Después de llegar con los deberes hechos con nota sobresaliente en la cita con el CAI en Zaragoza, Reale Ademar afrontaba un partido de mero trámite. Ahora bien, el juego extraordinario de Martín Stranovsky y el entusiasmo del equipo colista, pese a estar ya descendido, dieron color, interés, vistosidad al encuentro. La actuación de Martín Stranovsky, posiblemente sea la mejor firmada como jugador de ademar. Nada más y nada menos marcó 14 goles en 16 lanzamientos. Por añadidura uno de los fallos se debió a un inoportuno resbalón y el otro al intento de una «frivolité» en el lanzamiento de un penalty, al tratar de sorprender al portero con un tiro inverosímil, intentando hacer un caño al meta gallego. Rapidez, vistosidad y efectividad se conjugaron en una actuación extraordinaria. Los catorce goles logrados es record particular en el acerbo de Martín, segun el mismo informó al final del partido. Está muy a gusto en León pero, está predestinado a seguir el camino de otros muchos jugadores ademaristas, casos y circunstancias por demás repetidas a lo largo y a lo ancho de las temporadas; el último que se va, en tales circunstancias, es Mirko Alilovic buscando o solo mejorar sino también cercanía con los suyos. Igualmente se despidió Bicanic, gran jugador con un futuro extraordinario si la suerte y las lesiones le respetan. A ambos les deseo lo mejor y, muy particularmente, a Mirko le agradecemos su entrega, su capacidad de aprendizaje, aquí llegó, con Martín, con 19 años y en Ademar fue escalando peldaños hasta convertirse en el portero titular de la selección de Croacia. Al igual que Kasper, Mirko en Ademar no solo hizo camino al andar, sino que además y ello es muy importante, ha dejado huella.
Apenas a cincuenta metros y a media hora de iniciar su partido, la Cultural se despedía de la temporada con un brillante triunfo ante el Celta B. Con recital de juego y entrega.