«Gracias a la Deportiva porhacer Ponferrada más grande»

Ponferrada es más grande desde el domingo. Lo dijo ayer el alcalde. Lo ponía el cartel que colgaba del balcón del Ayuntamiento. El mismo cartel, el mismo eslogan, que hace cuatro años sirvió para celebrar el primer ascenso de la Deportiva a Segunda División.

«No lo tiramos porque sabíamos que lo íbamos a usar otra vez», se dirigió a la afición un eufórico Carlos López Riesco desde la fachada de la Casa Consistorial, con la plaza llena, la tarde cayendo, la orquesta callada para dejar hablar a los protagonistas de una temporada brillante y una última jornada de infarto. «Gracias por hacer Ponferrada más grande», gritó el regidor, que reconoció que la Ponferradina le ha dado a la ciudad «la alegría más grande del mundo», antes de dar paso a los futbolistas, al presidente y al técnico.

Y para grande, la afición. «Estamos orgullosos de la afición más grande que hay en España», sentenció Riesco. Ni la del Rayo, ni la del Atleti. Ayer era el día de quienes han seguido a la Deportiva por campos de Segunda B, y así lo entendieron todos los que se dirigieron a la multitud desde el balcón del Ayuntamiento, empezando por Riesco.

El último peldaño hacia la gloria deportiva, eso sí, ha venido del azar. Y si la lotería de los penaltis sonrió el domingo a la Ponferradina, el año que viene le puede tocar el cupón de la Once. Sólo tiene que subir a Primera División y la Deportiva será la imagen del sorteo de los ciegos durante una jornada, según prometió ayer el delegado territorial de la organización en Castilla y León, Salvador Galvañ. Quizá el equipo se dé por satisfecho manteniéndose en la división de plata, pero la afición, en eso coincidieron todos, «es de Primera».