Diario de León

gala del deporte. premio a los campeones de las escuelas deportivas municipales

500 premios y un recorte

El Ayuntamiento galardona a los alumnos de las Escuelas Deportivas en una gala en la que el alcalde confirma a los clubes de élite que las subvenciones sufrirán fuer

Exhibición de las alumnas de la Escuela Deportiva Municipal de Gimnasia Rítmica durante la entrega d

Exhibición de las alumnas de la Escuela Deportiva Municipal de Gimnasia Rítmica durante la entrega d

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s. mastache | león
León

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E l símil le vino bien al alcalde. Francisco Fernández subió al escenario dispuesto a entregar los premios a los campeones de las Escuelas Deportivas Municipales y también a lanzar, en directo, su mensaje. Por si alguien todavía no lo sabía, el alcalde lo confirmó ayer, en el Palacio de los Deportes, ante la prensa y los directivos de los equipos de élite de la ciudad. Se acabó el dinero de las subvenciones. Habrá recortes. Serán fuertes. Y para todos.

Comenzó el alcalde: «El deporte nos enseña lo importante que es el sacrificio y el tesón». Recién empezado el discurso, sólo los niños sentados en las gradas hablaban ya. El resto, con cara de circunstancias y miradas de reojo, esperaban el mazazo. Y llegó: «Es tiempo de arrimar el hombro, de trabajar en equipo, de hacerlo juntos. Es tiempo de sacrificios». Y pronunció la palabra temida: recorte. Y otras dos más: menos dinero. Luego, un mensaje a mayores. También claro en el significado aparente pero más críptico en su destino. ¿Iba dirigido a él mismo, tal vez a los concejales, para la oposición, a la ciudad, a los electores? «El deporte es como la vida: a veces se gana y a veces se pierde». Y, entre aplausos, se bajó del escenario para que subieran, dijo, los auténticos protagonistas de la jornada. Quinientos niños y niñas de las Escuelas Deportivas Municipales que han logrado este año medalla. Quinientos campeones. Quinientas promesas. Tendrán que ser los mejores en la era de la recesión. Una palabra que ni ellos ni sus hermanos mayores habían escuchado jamás. Y que sus padres habían olvidado. Pero e xiste.

(Más información, el miércoles en el Diario del Deporte)

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