Cerrar

TENIS. ROLAND GARROS

Nadal vuelve a conquistar París

El español reina por quinta vez en su torneo favorito y recupera el número uno mundial

Rafa Nadal eleva la Copa de campeón tras su lección de tenis en la final de Roland Garros.

Publicado por
Amador Gómez | parís
León

Creado:

Actualizado:

Rafa Nadal ya es pentacampeón de Roland Garros. Y vuelve a ser el número uno del tenis mundial. A lo grande. Sin haber cedido un solo set en el torneo de la reconquista de París, muy cerca de su extraordinario nivel de hace dos temporadas, una vez olvidadas las lesiones que tanto minaron su confianza y su juego. Para adjudicarse su quinto título en la capital francesa en seis años el rey de la tierra batida se vengó del único rival que ha conseguido ganarle sobre esta superficie, Robin Soderling. El sueco le expulsó del camino en la pasada edición del Grand Slam francés en octavos de final, y también en la Copa Masters de Londres, pero este domingo Nadal acabó con él en dos horas y 18 minutos y se tomó la deseada revancha. El balear ha dado un paso más para acercarse a sólo un título del mejor tenista sueco de la historia, Bjorn Borg, seis veces campeón de Roland Garros. La quinta corona, forjada después de tantos meses de angustia y ansiedad, le coloca de nuevo en la cúspide. Le devuelve a la gloria de la que nunca se habría apartado ni no hubiese sido por sus problemas físicos.

Nadal está de vuelta. Lo comprobó Soderling en una final mucho más fácil de lo que se esperaba, sin un juego muy brillante del español pero sí muy efectivo, contundente, valiente e inteligente cuando fue preciso. No hubo apenas batalla porque Nadal no lo permitió y el sueco, de quien se presumía bastante más fortaleza mental, se hundió en cuanto el español dejó el duelo prácticamente visto para sentencia en el segundo set, cuando se adelantó 3-2 al romper de nuevo el servicio del nórdico. Había advertido el balear de que para superar a su peor verdugo iba a necesitar dar lo mejor de sí mismo, porque el tenis de Soderling, con un saque demoledor y muy plano, no le beneficiaba nada. Nadal empezó nervioso, pero fue de menos a más, como a lo largo de todo el torneo, hasta sacar de la pista a su enemigo. Después de lo mucho que sufrió el pasado año, y también en este Roland Garros en el que ofreció demasiados momentos de dudas, rompió a llorar Nadal al superar a Soderling por 6-4, 6-2 y 6-4, y no sólo sobre la pista. También lo hizo sobre su silla, cubriendo los ojos con una toalla que se llenó de lágrimas, sin poder reprimir tantas emociones, para descargar tantísima tensión.

Est muy acostumbrado a ganar Nadal en la capital francesa, pero el triunfo de este domingo tenía un valor muy especial para él, una tr ascendencia descomunal. Significa no sólo volver a liderar la clasificación mundial y convertirse en el segundo tenista con al menos cinco coronas de Roland Garros, sino recuperar las mejores sensaciones físicas y psíquicas, y el respeto que parecían haberle perdido otros jugadores que ocupan las diez primeras plazas del ránking y que le habían derrotado. Para volver a sentirse el monarca del mundo y no sólo sobre tierra. Con Federer fuera del torneo, despedido por Soderling en cuartos, este Roland Garros, su séptimo Grand Slam, estaba destinado sin discusión a Nadal, que precisamente firmó su mejor partido en la final. Así lo reconoció él mismo tras su victoria, la 38º en la capital francesa, sellada con un 77% de primeros servicios frente al 56% de Soderling.