Reportaje | DAVID VARELA
El rey Nadal recupera el trono perdido
El balear ha pasado de una sequía de 11 meses sin títulos a liderar de nuevo la ATP
Menos de un año. Eso es lo que ha necesitado Rafa Nadal para volver a reinar en el tenis mundial. En ese tiempo ha descendido a los infiernos arrastrado por las lesiones y ha ascendido a los cielos con nuevos títulos. Y en ambos momentos trascendentales su rival ha sido el mismo. El sueco Soderling. Con su quinta victoria en Roland Garros y el regreso al número uno del ranking ATP, el manacorense cierra el capítulo más negro de su etapa deportiva. Aquel que le tuvo durante 11 meses sin alzar un título en una travesía por el desierto larga y frustrante. Pero el tesón, sacrificio y constancia del mejor tenista español de la historia le han permitido superar todas las adversidades y regresar, cual monarca destronado, a reclamar sus dominios.
«Jugando así, nadie puede parar a Rafa», comentó Federer tras perder con el balear en Madrid. Y es que en el último año el principal enemigo y rival de Nadal ha sido el propio Nadal. El español acabó 2008 con mano de hierro tras triunfar en la arcilla de París y la hierba de Wimbledon. Nadie le discutía el liderazgo. Comenzó 2009 con la misma firmeza y nada hacía presagiar su desfallecimiento tras provocar las lágrimas de Federer en el Open de Australia.
Pero la saturación de partidos pasó factura al español. Llegó a Roland Garros muy justo. El torpedero Soderling derrotó por primera vez a Nadal en el torneo francés. Eran los octavos de final y las rodillas del balear se rompieron. Dijeron basta a tanto esfuerzo. «Volveré», debió pensar el manacorense. Y lo cumplió. Pero antes la tendinitis le dejó sin Wimbledon, sin número uno y lo que fue peor, sin confianza. Tras su reaparición a finales de año sufrió molestias en los abdominales, por lo que no pudo jugar al cien por cien. Nadal comenzó la presente temporada de cero. Estaba recuperado de todas sus lesiones pero sin la fortaleza mental que le caracterizaba. Su máxima preocupación siempre ha sido recuperar la confianza. Y lo ha logrado con la tierra batida. De la mano de la arcilla se dio a conocer hace ya más de un lustro. En ella consiguió los primeros éxitos como tenista. Con ella creció. Y ahora le ha devuelto la sonrisa.