Italia sólo empata frente a la débil Nueva Zelanda (1-1)
Ni jugar un 4-4-2, ni colocar a Iaquinta de delantero como él pedía, ni recuperar a Marchisio de su exilio en la media punta. Lippi corrige cada día errores en la azzurra , pero la actual selección campeona del mundo sigue con los cimientos inestables, sin un criterio claro, y así resulta imposible construir una estructura sólida. Sólo así se explica que una s elección tan débil como Nueva Zelanda le arranque un empate (1-1) y hasta le asuste con una posible derrota. Porque los kiwis tienen muchas carencias, defienden más por acumulación que por planificación y, sin embargo, no tuvieron demasiados problemas para enfrentarse a los italianos. Comenzó el partido con estrépito porque a los seis minutos los all whites marcaban en un lanzamiento de falta. Después, Smith cometía un penalti tan inocente como discutible sobre De Rossi al agarrarle. Iaquinta marcó y lo celebró con sus compañeros como si se tratara del pistoletazo de salida para ganar el Mundial. El camino era largo y los neozelandeses duros.