LUCHA LEONESA. LIGA DE VERANO
Envidia de corro
Cayó el último líder invicto, Héctor García, a manos de Morala
Avanzando hacia el primer tercio de la Liga, a puertas de la fase más intensa, Taranilla recuperó, de la mejor manera su tradicional corro de Santiago. Fue envidiable, un lujo: sesenta luchadores en la Tierra de la Presa y destacadas «sorpresas».
Ligeros sigue siendo caudal grande de la mejor luche. No fue la tarde propicia para los hermanos del Blanco, que mantienen la llama viva en el Valle del Tuejar y sí lo fue para los Vega de Cistierna. Víctor Llamazares, en primera ronda, se había impuesto a Santiago Fernández con caída de oro. Desgraciada contusión del excelente juvenil de Isoba, Jonathan Velasco que no pudo seguir en la lucha tras haber pasado esa primera fase, combate genial de Ibán Sánchez y Víctor en cuartos (media por suelta para éste, entera más, acortaba con la suya el de Barrillos y, cuando quedaban seis décimas la definitiva para el gallo). Con todo, lo mejor estaba por venir: semifinales de historia. Ángel Vega con Víctor; primera entera para el de Cistierna, falseo de mediana arriba para igualar y cadrilada plena de nuevo para Ángel. Otro Vega, Diego «Teje» le disputaba la segunda al pequeño de los vadinienses. Rodillín por detrás y saque a vueltas ponían a Moisés ante su hermano en la final. Venció el mayor, Ángel; lo merecieron los dos.
Lo está mereciendo, la victoria, Víctor Manuel Morala, que lograba poner en pie a la grada con otra sorpresa de la tarde: se impuso en la primera semifinal de medios al único líder invicto hasta la fecha, Héctor García, a pesar del falseo de zancajo vuelto con el talón con que el de Campohermoso igualó la primera entera del de Sandoval. Segunda entera para Morala, y, en final, su compañero Samuel Pérez, que había remontado en los últimos quince segundos la segunda semifinal ante el reaparecido «Rubio» Fernando Martínez. Lo dieron todo Morala y Samuel en la final, ganó por media y dos enteras éste, la afición se rindió a ambos.
No rindió Clemente su cuartel de semipesados. En semifinal superó al otro hermano Pérez, Sergio, que previamente había dejado mañas de impresión, como su falseo de mediana por la pierna de dentro a Guillermo González. Sergio le ganó el tercer puesto a Liquete y la final se la volvía a pelear «Sansón» Cabero al Junco. El público quería otra «sorpresa», pero el de Tendal resolvió.
Y lo hizo, de nuevo, Abel I. Cabero, ganándole a Ricardo Fernández la final de pesados, categoría en la que hubo de inscribirse Roberto Rodríguez Bulnes y en la que otro Roberto, Morín», reberdeció sus mejores momentos.
Corro de sana envidia, que abre toda la espectativa al que hoy espera en La Sobarriba, en Valdefresno a las seis-