Un merecido homenaje
En el recuerdo martín
La noticia me sorprendió cuando me hallaba en mi querida playa de Barria (Santoña). Ángel Panero ha muerto. La mirada perdida en el horizonte buscando la singular barca de Caronte por si allí pasaba rumbo a la eternidad. La llama encendida del recuerdo alumbró viejas imágenes, portadoras de entrañables recuerdos con la Cultural como principio y fin de ellos. Una época bien distinta de la actual, en la que casi todos los sueños se plasmaban en tangibles realidades. Todos, menos el anhelado ascenso a la Primera División, tan tenazmente perseguido como frustantemente negado.
Dos grandes presidentes ha tenido, en mi opinión, la Cultural, Antonio Amilivia y Ángel Panero. El primero consiguió situar al club en la Primera División; el segundo se afanó en conseguirlo, pero se quedó sin lograrlo. Dos grandes presidentes, dos extraordinarios equipos que jalonan, con trazo brillante, la larga andadura de la Cultural. Como homenaje a los dos presidentes, y para el buen recuerdo de los aficionados doy, seguidamente, las alineaciones de ambos conjuntos. La del que llegó a la meta deseada estuvo integrado por: Amaro como portero; Macario, Ponte, Foces, como defensas, Nino y Clemen como medios; Miche, Gallo, Chas, Vallejo y Pueyo como delanteros. Entrenador Galarraga. La que presidió Ángel Panero: Gómez como portero; Godoy, Maño y Paredes como defensas; Piñán y Roldán como medios; Ovalle, Villafañe, Marianín, Félix y Zuazaga como delanteros. Entrenador Rafa Yunta; ayudante de entrenador Vallejo.
Ángel Panero logró reunir una gran junta directiva; algunos de sus integrantes ya emprendieron el largo viaje a la eternidad, tales su hermano Pepe, Juan Arregui, José García Morán, quien lo sucedió en la presidencia del club, aquella Cultural, entrenada por Carmelo Cedrún, quien quiso y no pudo (mejor dicho, no le permitieron) mantener la categoría. Agua pasada no mueve el molino, asevera el refrán, y no es momento para la opinión y la crítica. La de Panero era una junta de amigos, quienes fiel y eficazmente, colaboraban en la difícil tarea de dirigir un club de las características como, era, y sigue siendo ahora, de forma más acentuada, la Cultural, a pesar de las ayudas económicas que entonces no tenía.
El presidente del último ascenso de la Cultural recibe el homenaje de León en un campo de fútbol.