Una media veda completa
Los regadíos del Páramo Bajo y los secanos del sur brindan a los cazadores las mejores zonas de la provincia. La bajada de la temperatura provoca la movilidad de las codornices y días de gran caza
La media veda, que finalizará la próxima semana, está deparado en las últimas jornadas unos resultados francamente buenos especialmente en los regadíos del Páramo Bajo y en los secanos de la zona sur. Perchas de hasta doce y catorce codornices están siendo frecuentes en estas zonas desde que se ha producido el descenso de las temperaturas. Parece que con el frío y la lluvia, aunque moderados, las codornices comienzan a desplazarse y en ciertas zonas están llegando de paso. Los estudios previos habían constatado la entrada de bastantes aves en primavera que, sin embargo, no dieron los frutos esperados en las primeras semanas. Las temperaturas altas y la falta de lluvias hasta esta misma semana, han deparado una contrapasa coincidente con las últimas jornadas, lo que ha supuesto la presencia de numerosas codornices en bastantes lugares, si bien en otros apenas se ha dejado notar.
Como siempre hay opiniones para todos los gustos, pues en este tipo de caza sin el concurso de un buen perro es inútil salir al campo, y muy pocos cazadores quieren reconocer la auténtica valía del can. Además las codornices cuando están de paso no hay que buscarlas en los lugares de costumbre, es decir los rastrojos de paja, sino que suelen concentrarse en los «adiles» o «perdidos» con hierbas secas y cardos, por cuya grana sienten especial predilección al igual que por los saltamontes y otros insectos. También en las amplias cunetas de los caminos de concentración suelen juntarse para emprender su travesía hacia tierras africanas. La emoción es mayor si cabe, pues en estos días de contrapasa nunca salen de una en una, sino en pequeños grupos que permiten hacer dobletes o tripletes a los buenos tiradores.
Sorprende en las últimas jornadas la presencia de polladas tardías. El largo y cálido verano ha tenido un efecto positivo en el sentido de que ha sido posible una segunda puesta, que si bien suele ser de menos huevos, consigue sacar algunos pollos. En otras ocasiones se trata de la primera pollada que consiguen criar las aves que nacieron pronto y han alcanzado desarrollo y madurez suficiente. Si llega el frío otoñal y no han logrado estas polladas tardías desarrollarse suficientemente para su largo viaje hacia el sur, pueden llegar a invernar en los campos de la Meseta, de forma que las que logren sobrevivir al invierno serán las primeras en nidificar la próxima primavera. Este es el motivo de que se recomiende no matar codornices durante la temporada de caza menor, a pesar de que esté permitido hacerlo.