Salva puede con los Alpes

85 horas sin apenas descanso para llegar a la meta de Courmayeur. Ese ha sido el reto del leonés Salva Calvo en plenos Alpes italianos, escenario que alberga desde el pasado domingo una de las citas más importantes y duras de ultrafondo, la Tords de Genats en la que a pesar de los contratiempos el cepedano lograba cruzar en plena noche de ayer la línea de meta. No ha sido fácil, primero porque antes de iniciarse la carrera el atleta de Brimeda se encontraba con la desagradable noticia de que la compañía aérea que le trasladaba a tierras transalpinas le había estraviado el equipaje, y con él los alimentos isotónicos que iba a utilizar para resistir la dureza de este examen deportivo.

Segundo porque Calvo afrontaba esta cita en desventaja frente a otros rivales que conocían de sobre el terreno, entre ellos el a la postre ganador, Ulrich Gross. Y tercero porque a pesar de ir comandando el grupo de favoritos los problemas físicos evitaron que tras 330 kilómetros cruzara la meta como líder. Eso sí, ayer, con el gesto de cansancio en la cara se atisbaba también el de satisfacción por el deber cumplido. Y ese no fue otro que acabar la Tords de Genats entre los elegidos.

Precisamente en la jornada de ayer Salva se dedicó a mantener la ventaja sobre su más inmediato perseguidor, el francés Guillaume Millet, al que tenía a apenas una hora de margen. Sabedor de que «cazar» al líder, el italiano Gross, iba a ser muy complicado dada la ventaja adquirida desde el paso de control de Gressoney, su reto era no sufrir ningún tipo de desfallecimiento o accidente que le hiciera perder lo ganado hasta el momento. Si en Saint Jacques y Cretaz las aguas volvía a su cauce remontando el leonés, a partir de Ref Cuney Gross se hizo con el mando de la prueba ampliando paulatinamente la ventaja sobre Salva. Ya muy alejados se encontraban el resto de rivales aunque la dificultad del terreno obligaba a tomar muchas precauciones, y más cuando la noche se echó encima. Las bajas temperaturas y la niebla fueron compañeros inseparables del leonés que al mediodía de ayer lograba alcanzar Ollomont. Restaban tres tramos y la meta, por lo tanto, se divisaba más cerca. Ni la reacción de Millet pudo ensombrecer el trabajo realizado hasta el momento. Su renta había disminuido en Ref Bonatti a los 31 minutos y en apenas dos horas iba a encontrarse con la línea de llegada. Su ritmo pasó a ser un poco más veloz. No quería bajar un peldaño y al final, pasada la media noche, Salva se hacía con el segundo peldaño del podio. Otro éxito más para el cepedano en una prueba cuya dureza queda remarcada por los más de 100 abandonos.