fútbol. primera división
Ronaldo acaba con su sequía (3-0)
El Real Madrid noquea al Espanyol apelando al dominio en las áreas
A Mourinho le salen las cuentas y ya dejó claro que le importan más bien poco los reproches o murmullos de la exigente grada del Bernabéu. En un partido más bien plano, típico de esas jornadas entre semana que apenas dejan espacio para recuperar y entrenar, su Madrid supo dominar las áreas ante un rival vistoso pero romo y sin la fe suficiente como para puntuar en feudo de un poderoso. Fue un adversario de juego académico pero de mente endeble y muy frágil atrás, sin esa agresividad que en los últimos tiempos tanto sufre el Barça en los derbis
Cristiano se reencontró con el gol, aunque fuera de penalti, y Benzemá mostró sus credenciales cuando el duelo estaba ya resuelto, un partido sin demasiada historia marcado por una tontería más de Pepe que le costó la expulsión y la rigurosa roja posterior de Clos Gómez a Galán por una entrada a Cristiano de las muchas que hay en todos los partidos. Era un momento clave, cuando los de Pochettino soñaban con poder igualar si mantenían la superioridad numérica. El choque recordó a tiempos pretéritos en el Bernabéu, cuando casi todos los rivales disfrutaban de la primera gran oportunidad pero se mostraban incapaces de golpear y de complicar la vida al Madrid. Ni de lejos los blancos, con Lass en lugar de Khedira, tocado en un tobillo, recuperaron ese espíritu del Ajax que les reclamaba Mourinho. Les costaba robar el balón pronto porque no presionaban coordinados, les faltaba precisión en los pases, movilidad y también rupturas por banda. Eran previsibles. El Espanyol era todo lo contrario. Se exhibía más ensamblado, tocaba con destreza, se desplegaba bien, pero carecía quizá de seguridad en sí mismo.
En un partido tedioso, el colegiado Clos Gómez se convirtió en protagonista. Se le reclamó un posible penalti sobre Marcelo, y le mostró amarilla por tirarse. Pero lanzó Cristiano un golpe franco y sí vio la mano de Luis García. Se protegía la cara pero poner así los brazos tiene un alto riesgo, y más ante los grandes. Tuvo que lanzar el penalti dos veces, ya que en el primero el área se pobló antes de tiempo, peso así inauguró el portugués su cuenta goleadora después de cuatro jornadas
Más de lo mismo en la reanudación, con la sensación de que el Espanyol dominaba el centro del campo y el Madrid las zonas de definición. Había murmullos en el Bernabéu, a la espera de que ocurriera algo más para emitir algún veredicto, y Pepé la lió otra vez. Hizo una feísima entrada en el centro del campo a Callejón que ya le pudo costar la roja. Se quedó en amarilla pero instantes después incurrió en un agarrón infantil que le costó irse a los vestuarios tras saludar al árbitro y reconocer, tácitamente, su error. Sólo un minuto después, Galán entró a destiempo a Cristiano, el luso teatralizó y el central fue expulsado de forma rigurosa.
Higuain, a 13 minutos para el final dejaba visto para sentencia elpulso y Benzema remataba la faena con el 3-0.