Divino campeón

C omo en el aforismo se decía , los límites se superan porque estaban ahí para superarlos; quienes son capaces de hacerlo escriben páginas de historia, y, a veces, la historia se siente orgullosa de ser escrita por ellos.

Héctor García, El Divino de Campohermoso, lograba auparse a lo más alto del histórico Camopeonato Provincial, de la lucha leonesa, superando la marca de doce títulos, en la que se hallaba igualado con el gran campeón Felipe León Viñuela. En tierra del propio Mago , en la ribera baja del Torío, el de Campohermoso cumplió con su destino de superación y miró al cielo, una vez más, para ofrecer el triunfo a quien le enseñó ese patrón de buena lucha, de responsabilidad en su buen hacer, que, para suerte de quienes gustan de ello, es el deporte-tradición leonés.

Para la final de medios, ningún mejor rival que Pedro Llamas, de La Cándana. El Polvorilla hizo más grande el triunfo de Héctor y, con la mayor elegancia, manifestaba que algo de esa victoria lo siente también como propio en lo más hondo, que compartió cintos, ilusiones y esfuerzos con quien ahora él alzaba en el reconocimiento que la nobleza de la Lucha marca.

A las cinco y cuarto de la tarde daba inicio el corro del sesenta y siete Campeonato Provincial de la lucha leonesa en el pabellón de la Junta vecinal de Navatejera, repleto de público. Arbitraban Antonio Getino y Óliver Sánchez y la lucha se prolongó por algo más de tres horas y media.

El cinto de plata número trece conseguido por El Divino destacaba necesariamente sobre el resto de logros, pero no puede oscurecer todo lo grande que en a tarde tenía lugar.

Grandes las luchadoras Tamara Gómez y Miriam Marcos, renovando su título respectivo en los pesos ligero y medio de la lucha femenina, en este su propio cuarto campeonato provincial. Y grande Mónica Matía, haciéndose con ese título en pesados, completando una excelente temporada y con mucho que seguir sumando a la lucha leonesa, además de sus otras disciplinas. Tamarina se impuso en su final a una de las mejores rivales de la temporada, la campeona de la Regularidad, Noelia Morala, y lo propio le ocurría a Miriam con la siempre entregada Vanesa Presa. La joven montañesa de la «Marea verde», Valeria Salio, fue quien se midió en la final con la gran leonesa de Palencia, Mónica.

Homenajes en el corro. Hubo lugar junto a la lucha pra entregar los premios correspondientes al tercer concurso de fotografía sobre la lucha leonesa organizado por el ayuntamiento de Villaquilambre (en marcha hasta diciembre el cuarto), y lo hubo también para dos reconocimiento destacados.

El primero a un grande singular, a un referente de toda la lucha, que su tierra quiso homenajear en esta tarde tan especial: Felipe León Viñuela. El Mago de Villaquilambre recibió su placa, en la que se daba cuenta de su condición excepcional para los aluches, pero, especialmente de su valía humana. Junto con ese pequeño objeto, el aplauso de todo el pabellón, el agradecimiento de todo el mundo de la lucha que lo sigue teniendo como uno de los máximos y más significados campeones.

Ese mismo agradecimiento lo recibió José María López de Benito, diputado provincial de Deportes, persona que, como se decía en el corro, «más allá de lo que corresponde al deber, quiso saber de los aluches y ha sabido querer a la lucha leonesa».