Reencuentro con el gol

Sin gol no hay fútbol. Así reza el eslogan de un canal televisivo, y la Deportiva lo venía haciendo bueno en el inicio de la temporada en Segunda División. Sólo cuatro goles en nueve partidos tenían al equipo sumido en la tristeza y con sólo una victoria en su casillero.

Sin embargo, el sábado ante Las Palmas volvieron los goles al Toralín y en un partido casi duplicó sus tantos a favor después de los tres que le endosó al conjunto grancanario. Además, fueron goles que sirven para reivindicar a los dos hombres llamados, en principio, a llevar la responsabilidad anotadora del equipo, Máyor y De Paula.

El «nueve» blanquiazul, pichichi del equipo en las últimas temporadas, jugó de titular y sólo necesitó seis minutos para inaugurar su casillero. De Paula rozó el hat-trick y demostró que, a pesar de su veteranía, no se le ha olvidado cómo perforar la portería contraria.

Por su parte, Máyor, que ayer comenzó viendo el partido desde el banquillo, puso fin a su sequía goleadora con un gol que valió tres puntos para su equipo. El delantero, entre risas, comentaba tras el partido que «ya empezaba a pensar que El Toralín era un campo maldito para mí, porque sólo pude marcar de penalti cuando jugué con el Sant Andreu. Ahora ya podemos decir que se ha terminado el maleficio».

Sea como sea, el caso es que del acierto de los dos delanteros blanquiazules, que se suman a Gaizka Saizar, hasta ahora máximo goleador del equipo, dependerá en buena medida la permanencia de la Ponferradina en la categoría de plata del fútbol español.