fútbol. Liga de campeones
Sin brillo pero casi en octavos (1-1)
El Barça acaricia el pase a la siguiente fase de la Champions tras empatar ante el Copenhague. Solbakken y Guardiola discuten y se insultan al final del partido
Guardiola y Solbakken discutieron, se insultaron y Busquets casi se lleva la peor parte al mediar con empujones al técnico local. «Intentaremos asustar a Messi», avisó Stale Solbakken, el buen entrenador noruego del Copenhague, en la víspera. Pero los sustos se los llevaron Puyol y Busquets tras recibir, respectivamente, un codazo sin balón del costarricense Bolaños y una entrada a destiempo de Claudemir en apenas tres minutos partidos. El capitán incluso quedó algo desorientado durante un rato. Fue la carta de presentación del equipo danés, líder absoluto en su campeonato por su buen fútbol, pero que para hacer frente al Barça también tiró de agresividad sobrepasando el límite del reglamento. Al final 1-1.
El partido comenzó muy caliente y llegó a hervir cuando en el minuto 10 apareció Víctor Valdés para despejar un balón de forma acrobática con los pies fuera del área ante la llegada del senegalés N-™Doye, que en su forcejeo con Puyol se desequilibró lo justo para interponerse en la acción del guardameta y llevarse una patada de kárate que hizo temer lo peor. Afortunadamente, el delantero se reanimó. Fueron tres imágenes brutales sin castigo arbitral en forma de tarjetas. Pero quizás hasta los contendientes se dieron cuenta de que había que calmarse un poco porque a partir de ese momento se inició el fútbol con balón.
Y, sorpresa, también en ese apartado el Copenhague plantó cara. Claudemir avisó con un trallazo lejano que golpeó en la cruceta y Vingaard casi marca con dos córners olímpicos, muy potentes y consecutivos, que desvió Valdés. El Barça sólo disfrutó del partido a partir del minuto 20, cuando Xavi e Iniesta comenzaron a carburar. El de Fuentealbilla dio un gran pase a Villa, que remató al poste con la ayuda de Wiland, quien poco después detuvo un remate a bocajarro de Busquets.
A la tercera fue la vencida y Messi, tras una triangulación entre Busquets y Keita, acertó a rematar con la derecha a la red en el minuto 31. Era su gol 100 en apenas dos años y dos meses de la era Guardiola. Impresionante. Pero el Copenhague contestó de inmediato, un minuto después, tras una internada de Gronkjaer, muy activo por la izquierda, que Claudemir aprovechó para lograr el 1-1, ayudado por la indecisión de Valdés en la salida.
Messi, que también remató al lateral del poste, y Villa volvieron a buscar portería antes del descanso, aunque Wendt también obligó a Valdés a hacer una gran estirada.
En la segunda parte el Barça cogió el mando, controló más el balón, aunque el Copenhague, algo fatigado por su presión inicial, reservó fuerzas para salir a la contra con peligro. Iniesta puso a prueba a Wiland, mientras los remates de Messi y Villa acababan en la nube de piernas de la defensa danesa. El último cuarto de hora fue una lotería, con el Barça más impreciso que nunca y el Copenhague crecido. El árbitro acertó al anular un gol a N-™Doye por un claro empujón a Abidal y se inhibió en una dudosa caída de Villa poco después.