Diario de León

fútbol. una sentencia que tambalea el futuro de la cultural

De aquellos polvos, estos lodos

La mala gestión de la Cultural desde su transformación en sociedad anónima deportiva alcanzó su máximo nivel en junio de 2005 coincidiendo con la espantada del consejo de Santos Llamas

León

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La Cultural y Deportiva Leonesa se convirtió en sociedad anónima deportiva en el año 2001 y en la misma estaban englobados más de una treintena de empresarios de la ciudad de León, casi todos dedicados a la construcción, bajo las siglas de Promociones del Fútbol de León (Profutle), atraídos por el fútbol y por algo más, que en aquel momento era muy rentable.

La sociedad deportiva nació al amparo de un consejo de administración en la que aparecían como cabezas visibles la de Antonio García de Celis, como presidente, y siempre secundado por Santos Llamas e Ignacio Tejera, con peso específico en cada uno de los movimientos de la plataforma propietaria de la Cultural. Promovían viajes para los aficionados culturalistas y por esta cuestión le fue concedida una insignia de la ciudad de León.

Muy pronto, cuando la entidad deportiva transformada en empresa sólo tenía algunos meses de vida, se quiso cortar la cabeza de la sociedad para que esta la ostentarán las personas con más ansias de poder dentro de la entidad culturalista, que no eran otros que Ignacio Tejera y Santos Llamas. Operación fallida porque Antonio García de Celis se hizo fuerte con el apoyo de parte importante de los accionistas de Promociones del Fútbol de León, como fueron los casos de Domingo Cueto, de aquella y hoy todavía su principal valedor, Carlos Emperador, Santiago de la Riva, Claudio Fernández, Dionisio Elías y otros con menos peso específico, pero que a la postre provocaron que no se produjera un cambio en la dirección de la sociedad anónima deportiva.

Pese al fallo en la intentona, no se quedaron ahí las acciones promovidas para relevar de la cabeza a un grupo de poder que pareció unido en un primer momento.

El divide y vencerás fue el siguiente paso para acceder al dominio de la sociedad anónima deportiva por parte de Santos Llamas e Ignacio Tejera. Trataron de atraer a gente con ansias de poder en la sociedad, a base de hacerles creer que lo sabía todo en el plano deportivo, cuando los hechos constataron que no era así. Convencieron al todavía accionista de Profutle Carlos García para que asumiera el cargo de vicepresidente deportivo y le dieron un peso desmedido.

Muy pronto, el propio Carlos García anunció a los cuatro vientos, en un programa radiofónico a nivel nacional, en el año 2002, que la Cultural jugaría en cuatro años la Copa de la Uefa, ahora denominada Liga Europa. Las meteduras de pata, más provocadas por su amor hacia los colores culturalistas que por sus conocimientos futbolísticos, continuaron enseguida con los fichajes de grandes jugadores en su momento, pero que dieron un pobre rendimiento a la Cultural. Por poner un simple ejemplo, se firmaron contratos millonarios y fuera de toda lógica para una categoría tan deficitaria como la Segunda División B, a determinados futbolistas que nunca dieron un rendimiento acorde al elevado precios que se pagó por ellos. Recordar el caso del internacional del Atlético de Madrid Roberto Fresnedoso, que llegó a la Cultural cuando su intención era colgar las botas, atraído por un contrato millonario. Con un peso escandaloso para un jugador de fútbol, militó una temporada en la Cultural y fue más conocido en León por sus salidas nocturnas que por los minutos que aportó al club que tan bien le pagaba.

Otro caso ilustre y también estremecedor fue la de pagar a un director general que reconocía no tener ni idea de fútbol unas cifras astronómicas, que llegaron a pasar de los 600.000 euros (100 millones de pesetas en aquellos años)

Con el paso del tiempo, a Santos Llamas y a Ignacio Tejera la Cultural y Deportiva Leonesa SAD les dio los beneficios que buscaban, que nada tuvieron que ver con lo deportivo y decidieron pegar la espantada cuando la deuda había crecido por encima de los tres millones de euros (más de 500 millones de pesetas). Fue un 20 de junio de 2005.

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