León se da un festín ante un rival endeble (83-62)

Baloncesto León vivió ayer su jornada más plácida de la temporada. El triunfo por 83-62 lo dice todo y más si se tiene en cuenta lo acontecido en el Palacio de Deportes donde los locales apenas encontraron resistencia en un adversario que ni supo ni pudo hacer frente a su juego. Ni la ausencia de Rocchia fue óbice para que el segundo mejor equipo de la Liga hiciera añicos las ilusiones de un Tarragona 2017 ramplón.

Si alguien pensaba que el plantel catalán iba a ponerle las cosas difíciles a León apenas hicieron falta unos segundos para que su idea se diluyera por completo. El 5-0 así lo reflejaba en el electrónico con el triple inicial de Jorge García y la posterior canasta de Quezada. La leve reacción del Tarragona apenas sirvió para engordar la estadística de su mejor jugador, Alex Franklin. Ni la tempranera segunda falta personal de Jorge García aclaró el panorama para los catalanes que aguantaron el chaparrón hasta el 12-11. A partir de ahí fue un coser y cantar para los locales que con un parcial de 11-0 dejaban el choque encarrilado.

A pesar de ceder en el rebote (8-9), los de De Grado mostraban una superioridad tal en el juego que el riesgo de ver al rival cerca en el marcador ni se le pasaba por la cabeza. Incluso el técnico leonés echaba mano de los menos habituales sin que la situación se resintiera. Mientras Berni Álvarez buscaba soluciones que no llegaban. Sólo Franklin parecía tener las ideas claras en un Tarragona espeso que incluso pudo irse del primer cuarto con correctivo mucho más severo (23-11). Y es que de un equipo donde sólo dos jugadores puntuaban en positivo y la valoración era de un paupérrimo cuatro poco se podía esperar. La segunda entrega apenas varió la decoración. Para abrir boca un triple de Fornas. Esa fue la única acción productiva en cinco minutos para los visitantes. Porque del 23-14 León lograba pasar al 31-14. Y no es que los de De Grado firmaran su mejor versión. La razón estaba bien clara. Sobre la pista transitaba un equipo, el local, y una amalgama de nombres, el visitante, incapaz de demostrar que recursos suficientes para que si vitola de colista no resumiera lo que realmente es, un serio candidato al descenso. Y eso se tradujo en el 39-22 con el que ambos contendientes se iban al descanso.

El paso por vestuarios apenas varió la decoración. Si cabe la superioridad de los leoneses se tornaba aún más clara. Canasta a canasta, punto a punto y casi sin despeinarse la herida iba haciéndose más grande en los de Berni Álvarez. Hasta estratosférica si se echaba un vistazo a la valoración global. León al finalizar el tercer cuarto contabilizaba 92 por 27 de los tarraconenses. En apenas cinco minutos el margen se había ido hasta los 29 puntos (55-26) destacando los 18 puntos de Seawright que no tuvo piedad deportivamente hablando de su ex equipo, los 16 de Quezada y los 15 de Jorge García. Como respuesta por los de Berni, los 15 de Franklin que al llegar a los 30 minutos de juego había contabilizado casi más puntos que el resto de compañeros. Incluso el festival de León iría a mejor con el 70-37 a falta de nada menos que diez minutos.

La agonía de los visitantes se iba a prolongar por un cuarto más. Y menos mal que los de De Grado bajaron algo su intensidad permitiendo que los guarismos no se fueran a marcas sonrojantes. Del 76-40 el Tarragona pasaba a un 78-53 a tres minutos para el final. La diferencia había bajado de los 30 puntos pero el resultado no inquietaba lo más mínimo. La mejor demostración se vivía en la pista donde De Grado llegaba a situar a cinco jugadores a la vez que no habían formado en el cinco inicial. Y ahí el rival pudo maquillar el electrónico aunque no impedir que León pasara por encima con un elocuente 83-62.

Ahora toca pensar ya en el próximo envite en la pista de uno de los equipos con mejor arranque de la competición, La Palma. Y ahí será otra historia aunque el desenlace esperado es el mismo, un triunfo y a seguir sumando.