balonmano. copa ehf
Victoria sin brillo en el debut europeo (22-25)
El Reale Ademar encarrila la primera eliminatoria en la Copa EHF tras derrotar a domicilio al Pelister de Macedonia en un partido soso donde los leoneses apelaron al espíritu práctico
Aguirrezabalaga, ayer de los más acertados en el lanzamiento, desborda a la defensa macedonia.
E l de ayer no era un partido para brillar. Detrás tenían los jugadores del Reale Ademar un viaje de doce horas y enfrente un pabellón rugiente con más de 4.000 almas entregadas a sus colores, a un equipo rocoso y duro que se las tuvo tiesas hasta el final y a una veterana pareja arbitral búlgara propicia a desquiciar al más templado. Lo dijo el técnico Jordi Ribera, en la previa del partido: «Sólo pido ganar, aunque sea por la mínima, y que no haya lesionados». Sus deseos se cumplieron. La escuadra marista venció por 22-25 al Pelister Bitola macedonio en su debut en la Copa EHF y deja perfectamente encarrilada la eliminatoria para sentenciar en el encuentro de vuelta dentro de siete días en el Palacio Municipal de Deportes de León.
Por lo demás, el encuentro estuvo marcado por fases de dominio alterno. Fue un choque de acción reacción. El arreón de uno era contestado casi acto seguido por el otro y aunque el equipo leonés dominó siempre en el marcador durante buena parte del envite lo hizo con rentas mínimas.
De entrada, el equipo leonés salió al parqué decidido a hacer valer sus galones. El 1-6 que reflejaba el marcador en el minuto once parecía significativo de por donde iban a ir los tiros en el estreno europeo del Ademar. Pero no fue así. Pero un arreón macedonio impulsado por su animosa afición les llevó a ponerse con un 5-7 que hizo torcer el gesto a Jordi Ribera porque el ataque posicional no carburaba como antes. El técnico reclamó la misma intensidad del inicio y el que mejor respondió fue un Vicente Álamo muy eficaz bajo los palos. De hecho Álamo y el croata Venio Losert, los dos metas, fueron ayer los el elmentos más destacados.
Pero el Pelister estaba crecido y su extremo Dimitrovski tensó aún más la cuerda al poner el marcador en un apretado 9-10 con el que nadie contaba. Rugía el Sportska Sala Mladost viendo como el equipo leonés fallaba hasta tres ataques consecutivos. Fue como una luz roja que preludió el cambio de ciclo en el encuentro. Aguirrezabalaga, Krivochlykov y Stranovsky lideran una nueva reacción ademarista que lleva a los leoneses a irse al descanso con un 11-13 que dejaba clara una cosa: el Reale Ademar debía huir de cualquier relajación y rematar la tarea en la segunda mitad.
En la vuelta la escuadra marista empezó mandando como en el inicio. El ruso Chernov y el argentino Carou forman un centro defensivo muy complicado de superar para los macedonios y el ataque se muestra más fluido. El resultado es que los de Ribera se van cinco arriba a los siete minutos: 11-16 después de e ndosar un parcial de 0-3 a los discípulos de Zanko Zundoski.
Pero el de ayer no era el mejor partido del Ademar. Pérdidas de balón, demasiados fallos ante el meta macedonio Toskovski y problemas de ajuste en defensa dan de nuevo aire al Pelister que se pone a uno: 18-19 cuando el choque se aproxima al minuto veinte. El partido iba por rachas y quedaban diez minutos muy crudos para el Ademar. Con ventajas tan cortas estaba claro que el equipo leonés tenía todos los billetes para abonarse a un final incierto. El equipo, sin embargo, reaccionó al verle las orejas al lobo y todos apretaron los dientes. La renta sube de nuevo a tres y el Ademar es capaz de mantenerla hasta el final para sellar con una victoria su estreno europeo en la Copa EHF. Ahora toca pensar en el partido del miércoles ante el Alco bendas.