ATLETISMO. EL DEPORTE COMO CAUCE DE FORMACIÓN
Factoría de grandes campeones
El Club Atletismo Roblano cumple 31 años de historia formando atletas. José Manuel García y Sergio Sánchez, entre otros, han defendido sus colores
Sergio Sánchez es el último campeón formado en el CAR. Antes lo fue José Manuel García.
Fue hace algo más de 31 años, concretamente en Marzo del 79, cuando un grupo de amigos de La Robla amantes del atletismo se lanzaron a la fundación de un club que daría más de una alegría a la villa. El señor Onésimo (profesor y posteriormente Premio Nacional de Educación Física), Álvaro Rodríguez o Víctor Sánchez entre otros, fueron partícipes del despertar del atletismo federado en el norte de la provincia de León.
El Club Atletismo Roblano cuenta hoy entre pequeños y mayores con treinta fichas, aunque hubo años en los que rondó las 100 (finales de los 80- principios de los 90). Nunca ha sido un club multitudinario. Quizá eso es lo que le diferencia de otros clubes, que no cumple la proporción cantidad/calidad ya que a pesar de no haber tenido nunca un gran número de niños, en los últimos quince años siempre ha habido un atleta en la élite nacional/internacional salido del CAR. En la actualidad es Sergio Sánchez. Antes, y hasta el 2004 fue José Manuel García aunque, aparte de ellos, el club también ha lucido campeones nacionales en categorías inferiores como Ricardo Pellitero que prefirió aparcar el atletismo por sus estudios o hombres como el medallista Internacional de 100 kilómetros Fermín Martínez que también inició aquí su andadura como fondista.
A la par de crecer en deportistas, La Robla comenzó a hacerlo también en instalaciones: pabellón, pistas de atletismo y de un tiempo a esta parte un gran número de corredores populares. Con todos estos ingredientes es cuando desde el CAR se plantea la creación de «La Escuela del corredor», iniciativa consolidada desde principios de noviembre que ha llegado para quedarse y que nace , como hizo el Club Atletismo Roblano en su día, cubriendo una demanda real enfocada esta vez a una nueva modalidad, al atletismo popular.
La escuela tiene varios objetivos: asesorar al recién iniciado, tratar de evitar el mayor número posible de «lesiones de novato», mejorar la calidad de vida de quienes se inicien en la carrera a pie ayudados por la motivación de pertenecer a un grupo. La escuela es sobre todo un punto de encuentro de tanto corredor de la zona que entrenaba de forma anárquica, sin asesoramiento. Arrancar un proyecto en tiempos de crisis puede añadir dificultad pero nunca ha sido el atletismo un deporte fácil, ni como parece en nuestros días de grandes inversiones. Esta escuela por ejemplo se autofinanciará sin pretender ser un gran centro de tecnificación con una inversión multimillonaria.