Al Ademar le faltó oxígeno (24-30)

El marcador final (24-30) es engañoso y también injusto. La diferencia real de lo que ayer se vio en el Palacio de los Deportes no son seis goles. A falta de cinco minutos para el final el equipo leonés se las tenía tiesas con el líder invicto de la liga española y le tuteaba. El Ademar atacaba para ponerse a uno pero Buntic no acertó a batir al sueco Sjostrand y ahí empezó su cuesta abajo. Pero el Ademar dio la cara y cayó con el orgullo de los equipos que lo dan todo sobre la pista. Las continuas exclusiones, la falta de frescura de la primera línea, las precipitaciones en el lanzamiento al final y -"que nadie lo olvide-" el equipazo que había enfrente, fueron factores que acabaron doblegando al Ademar. El Barcelona sigue imbatido y da un paso de gigante hacia el título de liga.

Pero antes de ese final amargo hubo cincuenta minutos de gran balonmano, de espectáculo deportivo de altura y, sobre todo, de una primera mitad, donde el equipo leonés llegó a doblar en el marcador al conjunto catalán.

El tres de tres de Stranovsky e el arranque fue alentador. El eslovaco es el mejor pistolero sobre el parqué y el Ademar se va 3-1 antes de llegar al minuto cinco. Hay tensión, hay emoción, hay ruido ensordecedor en el Palacio. El partido responde a lo esperado. La defensa 6-0 del Ademar se muestra recia y Álamo contribuye con dos paradas sensacionales. Dos acciones seguidas del más puro estilo Krivochlykov -"a sus cuarenta años-" dan la máxima diferencia 5-2 antes del minuto diez.

El Ademar corre y el Barcelona recula. Los leoneses demuestran que el Barcelona es batible. La defensa adelantada y agresiva de los de Ribera ahoga el ataque catalán. Su técnico Xavi Pascual lo ve claro y pide un primer tiempo muerto pero el Ademar están el partido y apoyado por una afición magnífica sigue marcando territorio. El conjunto azulgrana se agarra al partido gracias al oxígeno que le suministra regularmente en forma de goles el leonés Juanín que lleva cuatro y a Rutenka que empieza a despertar. Las exclusiones se alían con el Barcelona y Juanín García suma su quinto tanto para empatar el encuentro a diez. Los árbitros machacan al equipo leonés con un rosario de exclusiones que aprovechan los de Pascual para ponerse por delante por primera vez: 12-13. Han tardado 25 minutos en hacerlo. Pero el Ademar se agarra al partido y fuerza el empate para ir con tablas (14-14) al descanso.

La segunda entrega de un gran espectáculo de balonmano arranca con el Barcelona yéndose de tres: 14-17. Sale Losert por Álamo en la portería y sale a relucir también el espíritu Ademar y dos latigazos de Buntic llevan de nuevo las tablas al luminoso. El choque se maneja en distancias cortas. Las defensas se imponen claramente a los ataques. 20-21 justo a la mitad del segundo tiempo.

Pero el Barça da un nuevo arreón y abre brecha de nuevo. Toca remontar pero la empresa es complicada porque el equipo falla en lanzamientos claros, se cometen demasiadas precipitaciones y el cansancio asoma. A falta de cinco minutos el Ademar está dos abajo y con uno menos. Tiene la bola y ataca pero empieza a ser evidente que hay más corazón que cabeza sobre la pista. El zurdo croata Buntic no hace una buena selección de lanzamiento y falla el balón para ponerse a uno. Y ahí el equipo leonés dio su canto del cisne. En los últimos minutos el Barcelona agrandó una diferencia injusta a todas luces.