FÚTBOL. LIGA DE CAMPEONES
La cantera del Barça se gusta (2-0)
Fontàs y Víctor Vázquez acaban con el gafe de la peor versión del Rubin Kazan
![Busquets trata de superar a un rival en un lance del partido.](https://imagenes.diariodeleon.es/files/image_large/uploads/2024/01/19/65aaa8a38cf53.jpeg)
Busquets trata de superar a un rival en un lance del partido.
El Barça acabó con el gafe del Rubin Kazan en un partido de trámite que sirvió una vez más para demostrar el fondo de armario de la cantera azulgrana. A la cuarta, tras dos empates y una derrota en la Liga de Campeones, fue la vencida ante el antipático equipo ruso, que tendrá que conformarse con la Europa League. Dos jugadores del filial, Fontàs y Víctor Vázquez, lograron los goles en un día en el que también hubieron malas noticias: las lesiones de Jeffren y Bojan. Sorprendió el riesgo que asumió Guardiola con Piqué, titular pese a estar apercibido de sanción en la Liga de campeones con dos amarillas. El encuentro sólo tuvo una historia en la primera parte, la de las lesiones de Jeffren y Bojan, que tuvieron que pedir el cambio. El primero, por culpa de un problema muscular en el minuto 12; y el segundo, tras recibir un golpe involuntario en el rostro de Bocchetti que le dejó ko en el 35. Con las lesiones, el de Santpedor acabó con los inventos y pasó al 4-3-3, aunque con un tridente ofensivo formado por habituales centrocampistas e incluso laterales: Adriano, Víctor Vázquez y Jonathan. Así las cosas, el Barça apenas creó peligro, un disparo desde fuera del área de Thiago y poco más, mientras que el Rubin Kazan, pese a necesitar la victoria, se dedicó a perder tiempo. La segunda parte arrancó con un gol feo acorde al pobre espectáculo que se estaba viendo. Thiago, más descarado tras el descanso, habilitó a Fontàs, central zurdo que remató con la uña con la fortuna de que el balón rebotó en las manos de Kaleshin despistando a Ryzhikov. Mejor no verlo ni repetido...
En el tramo final, Víctor Vázquez, jugador de gran calidad del filial perteneciente a la quinta de Messi, pero maltratado por las lesiones, anotó con elegancia el 2-0 definitivo.