Diario de León

Una Muela que duele (2-2)

Pardo impide la derrota de la Cultural con dos goles en veinte minutos que igualan la renta adquirida por el club aragonés

Albert Yagüe, en primer plano, recibe el severo marcaje del aragonés Camus.

Albert Yagüe, en primer plano, recibe el severo marcaje del aragonés Camus.

León

Creado:

Actualizado:

La Cultural volvió a las andadas (2-2). No hay tarde tranquila en el Reino de León. A los siete minutos de partido, la Cultural ya había cometido el primer error garrafal en defensa. Salida a lo loco y sin pensar en las consecuencias del portero Diego Calzado por un balón, con posterior follón en el área, que terminó en penalti. Royo se encargó de adelantar en el marcador a su modesto equipo.

La Muela dejó con dolor al cuadro culturalista desde ese primer lance del encuentro. No sólo al equipo, sino a todo el ambiente que rodeó el mismo. La grada enmudeció y se limitó a presenciar un encuentro que se rompió muy pronto, pero del lado del bloque aragonés.

Cada tarde de domingo surge un drama en el campo, que traspasa al cemento. No hay tranquilidad y se transmitió una vez más a todo el entorno culturalista.

Con el tanteador en contra para el conjunto leonés, Vergara y Marín se hicieron con el peso en el centro del campo. Además, Mato quiso el balón para tentar una igualada antes del descanso que no llegó.

El bloque de Monteagudo insistió una y otra vez en sus arreones sobre la portería contraria, pero no era el día de aprovechar las ocasiones para forzar un empate que por lo merecido en el césped debió subir al marcador antes de la conclusión de los primeros cuarenta y cinco minutos.

Marín y Quique de la Mota porfiaron por el empate, con sendas oportunidades clarísimas, pero en última instancia el balón no se alojó en la red de Zaparain. Fueron los mejores momentos de una Cultural lanzada al ataque.

Otra ocasión todavía mejor que las dos señaladas fue la de Vergara, en esta oportunidad tras servicio de Marín, pero cuando la parroquia leonesa cantaba el gol del empate, el balón se marchó al palo izquierdo de la portería rival.

La Muela, ante el constante dominio leonés, no le quedó más remedio que amurallarse atrás, aunque sin un orden que no supo aprovechar la Cultural.

Las oportunidades de la Cultural en el primer acto se repitieron en los segundos cuarenta y cinco minutos. El bloque de Monteagudo volvió a la intensidad en el juego y en el toque de balón, pero sin fortuna ni acierto de cara a la portería de Zaparain.

El cuadro aragonés esperó la contra. El equipo visitante puso a Calzado en aprietos, cuando Royo mandó un balón al poste.

La grada se frotó los ojos una y otra vez, porque no quería ver lo que estaba viendo. Una Cultural lanzada al ataque, no acertaba y La Muela, por contra volvió a golpear la portería de Calzado, cuando el guardameta leonés salió en falso de su área y el balón acabó alojado en las mallas de su portería. La Cultural se situó en el precipicio. Al borde del abismo. El gol de Mainz pareció sentenciar un partido injusto para el equipo culturalista.

Alberto Monteagudo quiso variar el sino del partido. Enseguida dio entrada en el campo al que iba a ser el protagonista de la Cultural, Rubén Pardo.

El partido varió con el paso de los minutos. La Cultural se lanzó a muerte sobre el área rival, con Santi Santos de delantero centro y una defensa con sólo tres hombres. El técnico del equipo leonés movió sus peones para intentar modificar la marcha del partido y el marcador. Rubén Rivera se convirtió en el punzón culturalista por la banda derecha. Hasta que asestó la incisión certera cuando penetró por banda y puso un balón colosal en el área, que mandó a la red Rubén Pardo, cuando sólo llevaba en la hierba tres minutos.

La Cultural se rehizo. Jugó como siempre lo ha hecho desde que comenzó la temporada. Fútbol de toque hasta llegar arriba. El partido agonizaba, pero la Cultural no. Rubén Pardo dio el empate. Un gol que además de valer un punto muy importante, sirve para que el bloque leonés levante el ánimo. La confianza duró hasta el final. Salió medio bien. El sábado, a Vitoria.

tracking