QUÉ FUE DE... Colomán Trabado Pérez cAMPEÓN EUROPEO (1983), IBEROAMERICANO (1988) Y DE LOS JUEGOS MUNDIALES (1985)
Un campeón de casta
Diputado en la Asamblea de Madrid fue el mejor mediofondista que ha dado España Pocos como él pueden presumir de tantos éxitos en
Colomán Trabado nació para deportista. Y como no podía ser de otra manera en aquellos años 60 el atletismo llamó a su puerta cuando, ese adolescente nacido en Vega de Valcarce pero desde los ochos meses vecino de Ponferrada ya había probado, y con acierto, en otras disciplinas como el fútbol y el baloncesto. La Deportiva Ponferradina y el JT fueron sus primeros amores. Pero él, un joven de raza, tendría destinado otro camino. José Luis Sáez, por aquel entonces profesor en el colegio San Ignacio, fue el primero en apreciar el potencial de Colomán. Y el primero en pulir su talento. Luego otro nombre mítico en el atletismo berciano como José Arroyo del Valle se encargó de mejorarlo para conseguir ya un campeón que a los 18 años, por aquello de los estudios, tendría que hacer las maletas rumbo a Madrid.
«En Madrid mejoraron mi potencial pero ya venía con una preparación excelente gracias a Sáez y Arroyo» asegura un agradecido Colomán que a finales de los 70 empezaba ya a acumular título tras título nacional, preludio de lo que pocos años más tarde serían sus mayores gestas. En 1979 aquel berciano que había llegado a la capital de España dispuesto a llegar a lo más alto lograba su primer entorchado en la prueba que le dio tanta gloria, los 800 metros. En pleno verano se coronaba con una marca de 1:48.9 campeón de España al aire libre. Meses después lo hacía en pista cubierta y así hasta 20 títulos en suelo patrio.
Pero ahí no se quedó eso. A nivel internacional el bronce en el Europeo de Milán en 1982 fue su estreno internacional con un bronce que se veía mejorado un año más tarde en Budapest en el que quizás fue su mayor logro, o el que más cariño le reportó. Fue el oro, como no podía ser de otra manera, en los 800. Ese mismo año Colomán acababa tercero en los Juegos del Mediterráneo. El triunfo en los Juegos Mundiales en pista cubierta de París (1985) y los Iberoamericanos de México (1988) no hicieron más que corroborar la calidad del fondista berciano que durante casi dos décadas se codeó con la élite internacional. Colomán también hizo acto de presencia en los Juegos. En Moscú precisamente formó parte del relevo 4x400 de España. Cuatro años más tarde vivió quizás uno de los momentos más amargos de su carrera deportiva. Había preparado con toda la ilusión del mundo su presencia en su prueba preferida pero en semifinales una lesión le dejaba fuera de combate. Lágrimas de amargura y resignación. No quedaba otra cosa que mirar hacia adelante y pensar también en que la vida no se acababa en los Juegos. Oportunidades para resarcirse tuvo muchas y algunas de ellas acabaron con un final feliz.
Hasta que en el año 1989 decidía colgar las botas. «Tenía ya 31 años y creía que había llegado el momento de dejar paso a los que venían por detrás. No fue una decisión traumática. Lo había meditado desde los 29 años y consideré que era mejor dejarlo cuando estabas arriba a pesar de que creo que aún tenía algún año por delante para seguir entre los mejores».
Pero Colomán no podía estar desvinculado del atletismo. Director de promoción y publicidad de John Smith y Asics en el año 1996 es llamado por el entonces presidente del Consejo Superior de Deportes, Pedro Antonio Martín Marín para ejercer de asesor. Tres años en la institución que le llevaron a dar el salto a la política. Diputado por el PP en la Comunidad de Madrid desde entonces ejerce diferentes cargos de relevancia como presidente de la Comisión de Juventud, integrante de la Comisión de Presupuestos, Educación y portavoz de Deportes. En la actualidad es además presidente de la Comisión de Políticas Integrales para la Discapacidad. Precisamente la faceta solidaria y el compromiso social de Colomán han quedado numerosas veces patentes, ya desde su papel preponderante en la creación en su día de la asociación Deporte y Vida junto a otros deportistas como Román y el también leonés Beirán.
Tampoco se olvida de sus raíces bercian as. «Mi tierra es mi vida» ha dicho en multitud de ocasiones. «Cuando el tiempo y la agenda me lo permite hago un hueco para irme a Ponferrada donde tengo a mis padres, amigos y muchos recuerdos. No hay diciembre que no nos reunamos los amigos del atletismo que tantas tardes pasamos entrenando y días compitiendo», asegura un Colomán que considera que el atletismo en la provincia de León «no empezó ni se acabó conmigo. Nombres como los de Manolo Martínez, Margarita Ramos, Sergio Gallardo, Sabina Asenjo y Sergio Sánchez son el más claro ejemplo de como el atletismo se ha convertido en un santo y seña de esta bendita tierra».