Diario de León

la otra cara de...

«Me perdería días con una caña de pescar»

Capitán de Baloncesto León y uno de sus pilares, entre sus sueños está repetir la experiencia de un ascenso a la ACB El baloncesto es su vida y eso se lo debe en gran medida a sus padres que a los 13 años, y de eso ya han pasa

Bernabé es un enamorado de la comida y entre sus gustos, además de los espagueti, está el jamón.

Bernabé es un enamorado de la comida y entre sus gustos, además de los espagueti, está el jamón.

León

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Treinta y cinco años no son nada y menos para un jugador como Bernabé que a base de tesón y mucha entrega está demostrando que aún le queda cuerda para rato en el deporte de la canasta. Se considera un privilegiado por «poder hacer lo que más me divierte y además hacer partícipes a los demás». Alicantino de nacimiento pero un leonés más, tierra a la que llegó después de recorrer un buen número de destinos, el capitán de Baloncesto León también lo pudo ser de un equipo de fútbol sala, otro de los deportes para los que tenía cualidades. «Pero la suerte quiso que al final me decantara por el baloncesto. Eso sí, de una manera rocambolesca. Mis padres querían que pudiera hacer deporte en un club cerca de casa y así poder protegerme de los peligros que a un niño que vive en un barrio de clase media baja pueden acecharle. decidieron apuntarme al Montemar y allí sólo había gimnasia rítmica, hockey, frontón y baloncesto. Las tres primeras no me cautivaban y decidí probar al baloncesto. Lo hice con 13 años y sin saber nada y quizás por la tenacidad y porque tuve muy buenos maestros pronto pude hacerme un hueco. De entre todos ellos uno de los que más me han marcado para bien fue Vucevic que pulió mi estilo y me hizo dar el salto cualitativo necesario».

Zamora, Plasencia, Cáceres, Ourense y desde el 2005 León han sido los escenarios donde ha podido mostrar sus condiciones. «De todos guardo un grato recuerdo pero por el tiempo y como me están tratando es en León donde más a gusto me encuentro. No quiero faltar al respeto a los habitantes de esta tierra pero me considero un leonés más», remarca Juanjo que precisamente en esta tierra ha encontrado «siempre que el tiempo me lo permite» el lugar propicio para desarrollar una de sus pasiones, la pesca. «Soy un fanático de ella. Cada día que puedo y los entrenamientos y partidos me lo permiten me pierdo en cualquiera de los ríos de León para disfrutar de la caña», apunta entre sonrisas a la vez que añade que «a alguno de mis compañeros ya les he enganchado».

Hogareño y muy familiar no se opone a que su hijo, de muy corta edad «se dedique al baloncesto cuando sea mayor. Aunque lo primero es que se forme como persona. No voy a cortarle las alas pero sí a decirle que en este deporte, hoy en día, o eres muy bueno o tus emolumentos no van a ser elevados».

Con 35 años considera que aún le queda cuerda para rato. Eso sí, no se pone fecha a la retirada. Ni se lo plantea. «Creo que uno mismo es el que mejor sabe si sigue o ha llegado la hora del adiós. En mi caso mientras cuenten conmigo, mi físico responda y mantenga la ilusión por competir y marcarme unas metas estará al pie del cañón porque el baloncesto es mi vida». Tampoco se ve entrenando. «Quiero seguir vinculado a este deporte pero creo que para entrenar tienes que contar con una serie de condiciones que en mi caso no se darían. Aunque nunca debes decir jamás».

Y es que el baloncesto significa mucho para Juanjo Bernabé que precisamente el martes celebraba su cumpleaños. «Este deporte me ha dado tantas cosas... Y en su mayoría buenas. De gratos momentos recuerdo mi presencia en las selección española con la que llegué a ser medalla de bronce en la Universiada de 1999. Eso sí, nunca pude debutar con la absoluta aunque (ríe) no me cierro todavía las puertas». Buenos momentos son también para el base alicantino los vividos con los ascensos de Ourense y León y el subcampeonato de la Copa del Rey de 1997 en las filas de Cáceres «jugando precisamente en León». Los malos, a pesar de que se intentan apartar al un lado de la memoria, tampoco los olvida. «Son los menos pero quizás lo peor hayan sido los descensos a la LEB de León y Ourense. Sabes que esto es deporte pero nunca te acostumbras a la derrota».

Por eso sueña con «poder regresar a la ACB. Si es con León mejor aunque va a ser muy difícil. Creo que si lo hacemos en lo deportivo la situación económica nos lo puede impedir pero sería maravilloso tanto por mí como por toda la gente que se incluye en la gran familia de Baloncesto León».

Se considera un hombre normal, de gustos nada ostentosos y con pocas manías. «En la música soy un nostálgico aunque alguno nos pueda llamar friki. Me gusta Revolver, Nino Bravo y los temas de los 70 y 80. En esa época sí que se hacía buena música». De películas «siempre que sea buena no le hago ascos aunque quizás me quedaría con cadena Perpetua de Frank Darabont. Eso sí, en cuanto a actores Clint Eastwood y Angela Landsbury son mis predilectos». Y todo sin olvidarse de una buena comida. «Si son espagueti mucho mejor». Genio y figura.

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