JUANÍN GARCÍA LORENZANA | extremo leonés de la selección española de balonmano
«Termino contrato. De lo que pase luego, no hay nada»
Juanín es historia viva del deporte leonés. Acaba de conseguir una nueva medalla con la selección, esta vez de bronce, aunque «sabe a oro». Regresa a la disciplina
Juanín es Juan García Lorenzana (León, 1977), pero no necesita un debate a lo Pedrito o don Pedro, como su compañero de club en el equipo de fútbol. Tampoco necesita ni el tratamiento de usted, ni ser alto, para ser uno de los grandes del balonmano español, y el más importante deportista de la historia reciente en lo que a tierras leonesas se refiere.
Él ha sido uno de los hombres importantes en el Campeonato Mundial de Balonmano y ayer aterrizó en Madrid con su flamante medalla de bronce colgada del cuello.
Con ciertas caras de cansancio, pero sin dramatizar, la Selección Española de Balonmano regresó con la satisfacción de los deberes hechos y el apoyo de una afición incondicional. Los medios de comunicación esperaban ayer la llegada de los jugadores en la sede de Loterías del Estado, patrocinador principal y que además cuenta con un leonés al frente, como es Gonzalo Fernández, su director general.
Junto a Juanín se podía ver a Hombrados, o a los hermanos Entrerríos, que también son historia del balonmano leonés. Pero allí estaba Juanín, en el extremo de la foto, como debe ser, aumentando su palmarés con la selección.
El jugador leonés regresa ahora a la disciplina de club y tendrá que deshojar la margarita de su futuro. Acaba contrato en junio con el Barça, y asegura que no hay nada previsto para después. Se ve que ayer no era día para aventurar sino para recordar estas intensas diez jornadas, en las que el combinado nacional, con Juanín como uno de los capitanes, demostró que se encuentra al mismo nivel que los mismísimos campeones. Pueden ganar a cualquiera.
Y, también, como leonés militante que lo demuestra, robó unos instantes a las celebraciones para atender a Diario de León sin apenas tiempo para hacerlo.
-¿A qué sabe una medalla de bronce en un Mundial con equipos al máximo nivel y sin rivales descafeinados?
-Según como juegues, te sabe de una forma o de otra. En este caso, creo que hemos hecho un gran campeonato. Con ocho victorias en diez partidos. La medalla casi sabe a oro.
-¿Ha sido uno de los mundiales de más igualdad?
-Nosotros hemos estado al nivel de los mejores. Sí, había mucha igualdad. Salvo Francia, que nosotros la empatamos, y que puede que esté un poco por encima, entre los demás equipos todo está muy igualado.
-¿Qué pasa cuando llega la derrota que priva al equipo de la final? ¿Cómo se rehace uno?
-No fue nuestro mejor partido y lo pagamos quedando fuera de la final. Es difícil recuperarse, pero conseguimos llegar al último partido muy mentalizados para ganar.
-¿Y cómo se recupera uno, de manera individual o colectiva? ¿Cómo se gestiona esa derrota para superarla?
-Cada uno hace su análisis y luego se habla entre todos. También, hay gente con la que tienes más comunicación y vas hablándolo para digerir la situación y plantear el siguiente partido.
-¿Valora más lo conseguido a estas alturas de su carrera que cuando era más joven y todo iba muy deprisa?
-Más que eso, valoras más lo conseguido cuando ya ha pasado tiempo que cuando lo estás viviendo. Pero yo ahora sí me doy cuenta de lo importante que es una medalla en un mundial.
-¿Cómo ha sido la fiesta sueca? ¿Usted es de los que lleva la voz cantante?
-Cada uno lo celebra a su manera. Estuvimos con la gente que nos acompañó, cenamos con la familia y luego nos fuimos a tomar algo. Pero, no, yo no soy de los que más fiesta prepara.
-Acaba contrato con el Barça. Dicen que se vuelve al Ademar. ¿Hay algo?
-Uff! No hay nada de eso. Solo puedo decir que acabo contrato, porque no hay nada más.
-Pero el Ademar podría ser una opción, ¿no?
-Termino contrato en junio. De lo que pase después no hay nada.