El Ademar traspasa su residencia

L a residencia que el Reale Ademar tiene alquilada desde la etapa de Juan Arias en la presidencia a los franciscanos en la calle Miguel Castaño está a punto de cambiar de manos. La operación traspaso -”muy avanzada ya-” tiene tres vértices. De un lado los religiosos de San Francisco de Asís, propietarios de este enorme edificio. De otro, el Reale Ademar que lo lleva de alquiler y lo ha convertido en una residencia universitaria especialmente para jóvenes deportistas y jugadores del filial. Y de otro el grupo Hosteleón, una conocida empresa leonesa especializada en el mundo de la hostelería.

El club leonés, actual inquilino del edificio -”y con un compromiso firmado para tres años más-” cuenta con el beneplácito de los religiosos para cerrar la venta a Hosteleón en una operación que sin duda beneficiará a las tres partes.

Al Ademar porque le permitirá desprenderse de una residencia que no funciona, que da pérdidas todos los años porque por sus escasas comodidades cuenta con pocos inquilinos y que le cuesta a las arcas ademaristas unos 35.000 euros anuales en concepto de alquiler.

A los franciscanos porque la operación les reportará unos ingresos nada desdeñables por una edificación que con seguridad quedaría vacía si el Ademar abandonase la gestión.

Y a Hosteleón porque están seguros de rentabilizar este edificio transformándolo en una nueva residencia universitaria con bastantes más plazas de las 47 que tiene actualmente y también con bastantes más comodidades para sus futuros ocupantes. «Habría que hacerle una reforma tremenda en la fachada, los interiores y las habitaciones. La inversión mínima la hemos calculado en medio millón de euros. Son cuatro plantas y no tiene ni ascensor», explilcó ayer el responsable de Hosteleón, Emilio Álvarez, que eludió hablar de la oferta económica que ha hecho su sociedad para la compra.

El vicepresidente del club leonés, Nicesio Álvarez, puso el acento en la necesidad de mantener los ocho puestos de trabajo que hay en la residencia y señaló que es una de las condiciones puestas para formalizar el traspaso. «Para que una residencia de estas características sea rentable la tiene que llevar una empresa que se dedique a eso. Y si nadie se haciese cargo de la gestión estaría abocada al cierre tarde o temprano porque es un edificio deficitario y la difícil situación económica actual obliga a ajustar los gastos al máximo. El Ademar busca el mantenimiento de esos puestos de trabajo; unos puestos que no estarían garantizados con la gestión actual porque habría que acabar cerrándola. Un club deportivo no es especialista en gestionar este tipo de instalaciones. El año pasado tuvimos que cambiar todo el sistema eléctrico y eso nos supuso un gasto de 80.000 euros. Así es imposible hacerla rentable», subrayó. Si el acuerdo se firma el Ademar tiene también garantías de condiciones económicas muy ventajosas para sus jugadores del filial, como reconoció también el presidente Carlos Pollán.

Los planes de Hosteleón pasan por el mantenimiento de estos puestos de trabajo. Esta empresa hostelera gestiona conocidos locales en León como Gino-™s, Jabalquinto o el Hotel de San Isidiro además de un amplio rosario de bares y cafeterías. «Actualmente tenemos unos sesenta trabajadores en plantilla en León y nuestra línea de negocio de futuro son las residencias universitarias», explicó Emilio Álvarez. De hecho Hosteleón ya gestiona una en la capital en la calle de Mariano Andrés con noventa plazas: la Residencia San Agustín al lado del colegio de Las Agustinas. Y este verano han abierto otra con el mismo nombre en Barcelona en la zo na de Las Ramblas.