FÚTBOL. PRIMERA DIVISIÓN
Contra el síndrome de febrero
El Athletic quiere puntuar en el Camp Nou en un mes que siempre se le atraganta al FC Barcelona desde que está Pep Guardiola en el banquillo
El mes de febrero nunca se le ha dado bien al Barça en las tres temporadas que lleva Pep Guardiola en el banquillo azulgrana. En la 2008-09, la del triplete, encadenó un empate ante el Betis (2-2 en el Villamarín) con una derrota en el Camp Nou frente al Espanyol (1-2) y un 1-1 en Lyon en la ida de octavos de final de la Liga de Campeones. En la 2009-10, la de la Liga de los 99 puntos, vivió su única derrota en el torneo de la regularidad en el Vicente Calderón contra el Atlético (2-1), además de protagonizar otro empate (1-1 en Stuttgart), también en la ida de octavos. Y en el mes de febrero de la presente campaña está viviendo su peor racha: 1-1 en Gijón en la Liga y la famosa derrota 2-1 en Londres ante el Arsenal. Si hay un momento propicio para que el Athletic se lleve algo positivo del Camp Nou (21.00 horas), ninguno como éste. Ya empató 0-0 en el estadio azulgrana antes de Navidad en la ida de octavos de la Copa del Rey. El problema para los de Joaquín Caparrós es que hasta ahora las crisis del Barça de Guardiola no han durado más que un par de ratos como los señalados.
Pep Guardiola se ha encargado de transmitir a sus jugadores un mensaje muy conciso tras lo sucedido en el Emirates Stadium: ya habrá tiempo de pensar en la remontada ante el Arsenal, antes del partido de vuelta en el Camp Nou (8 de marzo) hay cuatro jornadas de Lig a que requieren la máximo concentración. Y les ha remarcado que está contento con su trabajo y con su actitud. «El del otro día fue uno de los mejores partidos en Europa fuera de casa, ojalá compitamos de aquí a final de temporada como lo hicimos en Londres», afirmó, algo molesto con las críticas recibidas: «la derrota debemos aceptarla como parte de las posibilidades que hay cuando juegas un deporte. Lo no habitual es ganar 16 partidos consecutivos, pero parece que de la excepcionalidad hemos hecho la normalidad.