Triunfo para restañar heridas
Baloncesto León afronta un nuevo envite liguero en una cancha propicia como la del Tarragona dispuesto a retomar su racha positiva tras cuatro jornadas esquivas
n Cuatro tropiezos seguidos son suficientes. Por eso Baloncesto León no quiere que la cita de esta noche en Tarragona (21.00 horas) se convierta en un revés más que eleve el desasosiego de un plantel que a pesar de todo sigue viajando en los vagones cabeceros de la LEB-Oro y que a falta de diez envites para cerrar la fase regular tiene en su mano hacerse con uno de los billetes de primera clase para la fase de ascenso, en este caso el factor cancha.
Para ello el objetivo pasa por doblegar a un Tarragona acuciado por su situación en la tabla, abrasado por el fuego del descenso del que parece no escapar. Los de De Grado deben aprovechar precisamente esa situación para apuntarse la victoria. Repetir el paseo de la primera vuelta se torna harto complicado. Porque León no luce esa misma frescura ni los tarraconsenses muestran la fragilidad de un tramo inicial de liga donde apenas daban señales de vida. Eso sí, la mejora ha sido notable en su juego hasta el punto de hacer hincar la rodilla al Obradoiro. La Palma, Ourense y Clínicas Rincón han sido sus otras víctimas en El Serrallo, escenario donde se muestran más consistentes. Aún así por potencial colectivo e individual León cuenta con mejores cartas. Y esas tienen como principales escenarios el juego interior y la defensa. En el primero de los casos el mano a mano entre Seawright y Jorge García, los postes titulares para De Grado, ante Franklin y un ex de León como Fornas debe decantarse del lado de los primeros. Por si fuera poco las rotaciones desde el banquillo apenas deben cambiar el panorama. Fontet y Múgica también presentan mejores prestaciones de Diouf y Torres.
En cuanto a la defensa, León es consciente del peligro que entrañan Oglesby y otro ex, Schraeder. Ambos jugadores cuentan con una calidad suficiente para romper un partido. Siempre y cuando tengan su día. Por eso neutralizar su aportación frente al aro se convierte en una prioridad incuestionable. La respuesta leonesa en este apartado debe venir de un Manny Quezada que a pesar de transitar por una racha de escasa productividad, tiene calidad suficiente para despertar de su tramo de tinieblas y erigirse en uno de los cañones con los que los de De Grado pretenden martillear al rival. Julio González y Fernández Riol completan un triángulo de garantías frente al que los de Berni Álvarez intentarán ofrecer resistencia con sus armas, las ya consabidas de Oglesby y Schraeder a las que apuntalan Alejandro Alba y Lluis Jacas.
El tercer vértice de un triángulo deportivo que puede devolver a León la sonrisa del triunfo lo representa el pulso que se librará en la dirección de juego. Y ahí también los de De Grado tienen todas las de ganar. Juanjo Bernabé, recuperado al completo de sus problemas físicos y Jorge Calvo deben bastarse para «aniquilar» a los timoneles rivales, empezando por Juan Alberto Aguilar y continuando con David Fernández y Jorge Santana, este último en menor medida. Y es que ganar se convierte en vital para ambos equipos aunque por distintos motivos. Para León como bálsamo a una herida que abría el Palencia hace cuatro jornada. En el caso del Tarragona para sumar la mayor medida de triunfos posibles con los que poder escapar de una situación de riesgo que amenaza su continuidad en la LEB-Oro.