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El Ademar, a cuartos (33-27)
Aunque con más sufrimiento del esperado el equipo leonés elimina al Oporto y se cuela en los cuartos de final de la Copa EHF. Las paradas de Álamo y un «eléctrico» Krivoschlykov, claves
El extremo portugués Ricardo Costa celebra uno de sus cuatro goles al Oporto.
O bjetivo cumplido. Costó. Se sufrió más de lo esperado pero al final el Reale Ademar sigue adelante en Europa tras su victoria de ayer (33-27) ante un correoso Oporto al que los leoneses sólo fueron capaces de romper cuando faltaban algo menos de diez minutos para el final del partido. Tras una floja primera mitad los hombres de Jordi Ribera apretaron en la segunda mitad y, amparados en su mayor profundidad de banquillo, dieron la vuelta al marcador adverso que se trajeron de la ida (26-25) para colarse en la siguiente ronda de la Copa EHF, la segunda competición europea en importancia por detrás de la Champions y en la que el equipo leonés tiene fundadas esperanzas de llegar a la final.
Pero ese premio final sólo llegó después de mucho trabajo. Los primeros diez minutos fueron de poder a poder. El 3-1 inicial a favor del Reale Ademar no fue indicativo de paseo militar. En modo alguno. El Oporto no se descompuso y con un ataque ordenado puso las tablas en el marcador rápidamente. Cada gol leonés era contestado de inmediato por los lusos «ayudados»» por un Losert que ayer no estuvo especialmente acertado bajo los palos.
El Ademar no aprovechaba bien las situaciones de superioridad y su ataque posicional no iba con la fluidez necesaria. Afortunadamente el ataque posicional del Oporto tampoco era la quintaesencia del balonmoano. Los lusos ponen en ataque una extraña variante consistente en jugar sin pivote con dos laterales y dos cenrales pero no les da resultado. Todo lo contrario. Los de Ribera abren brecha 10-7. La renta leonesa se estabiliza entre los tres y cuatro goles y su juego va ganando solidez. A falta de siete minutos para el final una contra finalizada por Costa pone la máxima renta en el marcador: 13-8. El extremo luso es el principal referente ofensivo del equipo leonés con cuatro dianas. Un arreón final del Oporto en la primera mitad que coincide con un bajón de la defensa ademarista ajusta de nuevo las cosas hasta el 15-13 con que se llega al final de los primeros treinta minutos. Nada decidido. La entrada en la segunda mitad no fue buena. El Oporto empata aprovechando la inferioridad marista. El fantasma de los malas segundas partes sorevuela el Palacio.
Ribera prescinde de Castro como central da ese puesto a Mikel y pone a Goñi en el lateral. El equipo gana en capacidad de fuego y la portería del Oporto lo nota con un 20-16 que pone de nuevo las cosas francas para los leoneses. Y se ponen mejor cuando el máximo goleador luso Moreira se va fuera por tres exclusiones. El marcador luce un 20-17, corre el minuto diez y la eliminatoria sigue en el aire. Álamo aporta más seguridad a la portería y el Ademar logra su máxima renta con un gol de un motivado Krivochlykov: 23-18 en el ecuador de la segunda mitad. Las galopadas del ruso levantan a la grada que corea su nombre en cada uno de los siete goles que llevaron su firma.
El Ademar tiene ventajas entre tres y cinco goles pero no termina de sentenciar. Cuando parece que lo tiene fácil vuelve a dar vida a un rival que cambia continuamente de defensa complicando la vida a los leoneses. A menos de diez minutos minutos del final el Ade mar está arriba de tres: 28-25. Pero ahí se le acaba la gasolina a un Oporto peleón con poco banquillo que acabó pagando la factura del cansancio.