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Riesgo extremo bajo control

Solo y The Banff Mountain muestran en el Festival Picos de Europa la vertiente más osada de la aventura. La cuarta y última jornada cuenta hoy con Leo Houlding como protagonista estelar

León

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¿Riesgo? Para muchos es una sensación imposible de superar, para otros un estilo de vida en el que desembocar todas sus emociones. Estos segundos fueron ayer los protagonistas del Festival Picos de Europa. A pesar de que el listón se lo habían puesto alto en las dos jornadas precedentes Simone Moro, Edurne Pasabán y Krzysztof Wielicki, Andrew McAuley y las mejores producciones de The Banff Mountai n convirtieron el Auditorio de León en una pantalla gigante en la que las sensaciones aparecieron a borbotones.

«Solo», trabajo documental que recoge el intento de McAuley de atravesar en kayak las mil millas naúticas del mar de Tasmania que separa Australia de Nueva Zelanda trasladó el vértigo de una aventura extrema a un escenario en el que se consumieron con una emoción inusitada los minutos de este reportaje que comienza con los preparativos de McAuley para acometer su hazaña hasta la inquietante llamada de auxilio del protagonista a apenas 30 kilómetros de alcanzar su destino. Su embarcación se estaba hundiendo y necesitaba un rescate de emergencia. La ayuda llegó pero su cuerpo, desde aquel año 2007, no apareció.

La emoción no disminuyó un ápice en la segunda proposición del Festival Picos de Europa para su tercera jornada de desarrollo. En esta ocasión el riesgo en todas las variantes lo desplegaban las siete joyas documentales pertenecientes a The Banff Mountain, el mejor festival de aventura del mundo que de esta manera trasladaba a otros escenarios su idiosincrasia. «Deeper», en la que el snowboarder Jeremy Jones surfea por las montañas más imposibles, «As it happens», primer intento de ascenso de dos montañistas al Tawoche Himeal, «Chimaera» con siete minutos de esquí en un montaje vertiginoso en el que los límites entre la realidad y la ficción desaparecen o «First ascent: alone on the wall», un nuevo reto del fantástico Alex Honnold, conocido por su histórica escalada libre y en solitario del Moonlight Buttres en Utah resumieron la verdadera esencia de la palabra riesgo, lo mismo que «Azazel», la aventura de cuatro montañistas que deciden crean una nueva ruta en el Trango Pulpit Tower, una mítica pared de roca a 6.000 metros de altura en Pakistán, «WildWater», o la gran fiesta del kayak extremo en una aventura alucinante y «The Swiss Machine», producción en la que el alpinista Ueli Steck desentraña sus récords de ascenso en los Alpes que se acompañan con vistas aéreas impresionantes dejaron atónitos a los más de 700 privilegiados espectadores que ayer, una vez más, comprobaron en primera persona las sensaciones que produce este festival que hoy cierra su segunda edición superando a la precedente. El lema de Jesús Calleja, su alma mater, «Más y mejor» se ha cumplido y con creces..