El imposible descanso de Messi

Tendría que ser un partido de transición (20.00 horas), una oportunidad que el calendario ha deparado al Barça (por casualidad, con permiso de Mourinho) para reservar a algunos de sus titulares con el objetivo de que el martes estén frescos para buscar la remontada ante el Arsenal. El Zaragoza llega al Camp Nou consciente de que su Liga es otra, con la misma mentalidad con la que aterrizó el Málaga el jueves al Santiago Bernabéu. No ganar un título por el que se ha luchado o perder una posición europea duele, es un revés, pero en estos tiempos de crisis económica bajar a Segunda División puede significar la ruina y, en algunos casos, hasta un primer paso hacia la desaparición. Sobre el papel, poca batalla puede dar al mejor líder en la historia de la Liga un equipo que pelea por no descender y que se presenta con siete bajas. Pero se intuye que ni aún así conseguirá el cuerpo técnico azulgrana convencer a Messi para que descanse. Los tres goles que logró Cristiano Ronaldo ante los de Pellegrini han vuelto a igualar el Pichichi y han extramotivado al argentino. Pep Guardiola, todavía ingresado en una clínica por una hernia discal, no estará en el banquillo del Camp Nou salvo sorpresa. No podrá ser él quien haga ver a Leo que a priori es un día para descansar. Tampoco le preocupa demasiado porque él sabe que la felicidad del Barça pasa por la alegría de Messi. Y el «10» sólo disfruta de este deporte y de este circo si juega. Mejor tenerle contento de cara al Arsenal que enfadado por haberse perdido un partido.